viernes, 28 de abril de 2017

Jorge Fandermole




Canto versos


Si pienso en algo para decir,
si pienso en alguien por quien vivir,
si casi nada se tiene en pie
y este segundo ya se nos fue;
si en la mirada dura un fulgor
atravesando tanto dolor
yo canto versos de mi sentir
y los condeno a sobrevivir.

Donde parece el sol no alumbrar,
donde se muere de soledad,
en lo más hondo de esta quietud,
donde ocultó la sangre la luz;
donde agoniza un ángel guardián
y se nos pudre el agua y el pan
yo canto versos del corazón
y los enciendo en una canción.

Canto, canto;
tan débil soy que cantar es mi mano alzada.
Y fuerte canto, canto;
no sé más qué hacer en esta tierra incendiada
sino cantar.

En lo invisible de la ciudad,
donde se ocultan odio y verdad,
donde las bocas de un niño gris
corren sonámbulas tras de mí;
la infortunada noche que un Dios
arrepentido nos olvidó
yo canto versos de furia y fe
pa' que me ayuden a estar de pie.

Canto, canto;
tan débil soy que cantar es mi mano alzada.
Y fuerte canto, canto;
no sé más qué hacer en esta tierra incendiada
sino cantar.
Canto, canto;
tan débil soy que cantar es mi mano alzada.
Y fuerte canto, canto;
qué más hacer con palabras deshabitadas
sino cantar.



Jorge Fandermole



Del album "Navega" 2002
Nació en Pueblo Andino, provincia de Santa Fe, Argentina, en 1956.
Autor, compositor, intérprete y docente de música.

Jorge Fandermole : Voz y Guitarra
Carlos Aguirre : Piano, Acordeón y Voz
Fernando Silva : Bajo Fretless
Juancho Perone : Percusión

domingo, 23 de abril de 2017

Juan Gelman





Vejeces


Del poema viejo sale
un olor a nunca fue.
Eso duele y es
lo único vivo del poema
que fue. La alegría de la
llovizna no lo moja, ni
recibe sol cuando hay sol.
Esta herida se lee a sí misma
a la sombra de un recuerdito.
El cielo pasa mudo
sobre versos que ya.




La voz

A Mara


La voz que viene del pasado
marca su sitio en la vendimia de sal.
El sueño a ras
es un paisaje donde
la voz empuja al viento
de la batalla que cesó.
Es un distrito de la ceguera,
una escritura que arde en la pared.
Prendete al aire vacío
hay palabras en la costa. La voz
es una cabellera suelta
sobre la vida intacta.




Juan Gelman
Argentino (1930 – 2014)


De: País que fue será - Ed. Página 12 – Seix Barral – 2012





miércoles, 12 de abril de 2017

Leopoldo "Teuco" Castilla



El amanecido


¿Qué estaré siendo yo de este lugar
que ha parido la presa de su cacería?
Entenado de mis muertos
llevo una flor a su caridad
para que vuelva en mí esta comarca,
pero es tarde,
el cielo envejeció
y el espacio ha crecido demasiado.
He gozado todos los sonidos,
me he dejado llorar
por ojos difuntos,
he besado a mi época en la lengua
y a esta altura
soy el cielo de mis fornicaciones
y la intemperie donde flameo, inhumano.
Entro a la tormenta de la casa vacía
y lluevo largamente,
con la copa en las raíces,
asfixiado por el aire,
y, enguantado por mi oscuridad,
pudro mi leña,
eyaculo el escenario,
pierdo los papeles, tacho la luz,
lastimo la función.
Los otros no saben que están dentro
de un día que no amaneció,
el que me he robado
mientras del suero de mi cerebro
se amamantaba la noche
cuando yo tiraba mis huesos al aire
y ni la muerte los reconocía.
Tengo dentro
un salto de pájaro espantado,
un niño helado en su futuro,
un camino que no deja de ir
y un árbol inmóvil
soltando frutos oscuros.
No hay contemplación: mi limosna es mi cuerpo.
Ya no me sirve el universo
ni le sirvo yo.
Hacia una luz inválida se va el día.
Y no me lleva.
Donde yo duermo, trinan como perras,
mendigas, las palomas.



Leopoldo "Teuco" Castilla
Argentino – 1947

Resultado de imagen para Leopoldo "Teuco" Castilla

De: El amanecido – 2005


Imagen extraída: www.sinmordaza.com/noticia/355096-se-presenta-cinco-ficcion-fisica.html


domingo, 2 de abril de 2017

Lucina Alvarez de Barros




Metamorfosis


La madera se enloqueció de fórmica.
Desapareció la grieta
el olor
el codo consabido
la palabra en el hueco de la mano
el ojo nostalgioso mirando un punto fijo.
Un pringoso carnaval fosforescente
me robó
aquel cielo poblado de maníes
algún gesto color de madrugada
y este perfil de humo
que tiene miedo
que le fusilen el futuro.



Lucina Alvarez de Barros
Argentina (1945 – 1976)


Nació en León, España,  y se naturalizó argentina. Desaparecida en 1976.

Poeta y profesora. Colaboró en varias revistas de la época: Momento, Juguete rabioso y Buenos Aires tango.


Imagen extraída: http://poesiadelamatanza.blogspot.com.ar

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com