lunes, 30 de enero de 2017

Israel Rojas







La tempestad


Grande la tormenta, que no se anima a escampar
en el suelo están los troncos más severos
anegada la sabana, se hizo río el manantial
tanta lluvia que ha borrado los senderos.

Viejo mapa que no nos dirá cómo llegar
adelante solo reina un gran fanguero
se adelanta un caminante y algunos salen detrás
tras los pasos del añoso del sombrero
¿Acaso tú sabes la ruta?
¿Acaso ya pasaste antes?
¿Sabes de atajos y grutas?
cuéntanos todo lo importante
cuéntanos todo lo importante
cuéntanos todo lo que sabes
cuéntanos todo lo que sabes.

Vengo de un tiempo de plagas y sequías
pero a sangre y sudor se hizo cosecha
más lo que se pudo que lo que se quería
y heme aquí, latiendo aún esta fecha
no me sé el camino, solo tiran de mí
los anhelos, de posibles maravillas
salgo a caminar pues no aprendí a dormir
mientras en el zurrón, mientras en el zurrón,
mientras en el zurrón queden semillas.

Dime tú,
cuéntame… cuéntame...
dime del sueño que acunas
con cuál fe llenarás tu templo
del dulzor que tendrán tus uvas
cuenta tú que tendrás más tiempo
cuéntame, que tienes más tiempo.

El naufragio se parece al capitán
y el poeta se parece a su cantar
y la rueda a los caminos
la vela a la oscuridad

Haz que se parezca a ti la tempestad
haz que se parezca a ti la tempestad.



Israel Rojas Nace en la Ciudad de Guantánamo el 7 de febrero de 1973.
Compositor, abogado de profesión.

Buena Fe Grupo musical originario de la provincia de Guantánamo, en Cuba, surgido en 1999. Israel Rojas es el compositor de todas las canciones y la voz líder.

El tema La tempestad, de la autoría de Israel Rojas, se grabó junto a Silvio Rodríguez en octubre de 2016 y fue incluido en el disco Sobreviviente, que saldrá en marzo de 2017. El video clip de esta canción fue realizado por el joven director de cine Marcel Beltrán y Cubadebate lo ofrece en exclusiva gracias a la generosidad de Israel Rojas, director de Buena Fe.

Extraído del Canal de Youtube: cubadebatecu 

viernes, 27 de enero de 2017

Jorge Fandermole







Solo


Solo
como al aclarar está el lucero,
como el ojo pálido del cielo
va girando en la órbita lunar.
Solo
como el primer hombre de la tierra,
como el último lobo de Inglaterra,
como el viejo más viejo del lugar.
Solo
como uno va hilando sus ensueños,
como el monstruo que sobrevivió un milenio
y se esconde en una gruta bajo el mar.
Solo
como el que tiene la virtud del mago,
como el que conduce un pueblo hacia el estrago
mientras imagina la felicidad.
Solo
como el esclavo solo bajo el yugo,
como la conciencia del verdugo
o el único beso del traidor.
Solo
como un grandioso golpe de la suerte,
como cada uno frente a su propia muerte,
solo como un ángel exterminador.
Solo
como un dios que niegan sus criaturas,
como el que dio color a su locura
y pintó los cuervos y el trigal.
Solo
como está en su mundo cada muerto,
como la voz que calla en el desierto,
como el que dijo siempre la verdad.
Solo
como el que logra ver todo muy claro,
solo como la atenta luz de un faro
o el último minuto del alcohol.
Solo
como este mismo instante que se pierde,
como el único que ha visto el rayo verde
cuando se cayó el último sol.
Solo
como el que desentraña algún presagio,
como el único vivo del naufragio,
como todo el que pierde la razón.
Solo
como el que se extravió sin darse cuenta,
como un ave ciega en la tormenta,
así estoy en el mundo sin tu amor.
Solo
como si fuese un animal eterno
clavado en la puerta del infierno,
así estoy en el mundo sin tu amor.



Jorge Fandermole
Del CD "Pequeños mundos" 2005

Autor, compositor, intérprete y docente de música; nació en Pueblo Andino, provincia de Santa Fe, Argentina, en 1956.

Fotografía extraída: http://www.informacionregional.com.ar

jueves, 19 de enero de 2017

Augusto Roa Bastos




Tabernáculo del aire


El vértice del aire y del gusano
con su guerra de penumbra y de sol es el Hombre.
Como el almendro herido de amanecer y lluvia,
como el cereal latido de las parvas.

Para sus lupanares ácidos el gusano,
para su troje opaca, trabaja sordamente
en la estirpe de cal de nuestros sueños,
guardián anticipado, topo de nuestro nombre.

Pero el aire en sus altas moradas transparentes
baja desde las cumbres como un corzo de luna,
con sus iluminadas caracolas de nieve,
a llevarse en sus ágiles danzas el halo antiguo
de nuestra incorruptible y heredada hermosura.

Si el gusano defiende sus estratos de hueso,
su cuévano de escorias,
remolcará en los aires el aire mi vigilia,
mi soledad, mi lumbre, mi nostalgia de cielo,
sobre un tornasolado sostén de mariposas,
sobre la voz ondeante del almendro y del trigo,
sobre el inaugurado resplandor de la harina
que amanece en los labios del hombre cuando apenas
la tierra es ya un distante torbellino de larvas...

Sobre la subterránea senectud del gusano
forja su anillo de oro, tiende su voz el aire.

Y así, cuando a la verde colina de la infancia,
mirando al cielo trémulos como el agua dormida,
retornan nuestros ojos a quedarse en silencio,
el aire es ya una escala que remonta la ardiente
Ciudadela de Dios.



Augusto Roa Bastos
De "Poesías reunidas" - Edición de Miguel A. Fernández - Editorial El lector (1995)



Nació en Asunción, Paraguay. (1917 -2005) Narrador y poeta.

miércoles, 11 de enero de 2017

Roberto Juarroz




77


La vida nos exige credenciales
y aunque no sepamos de qué,
adivinamos que se trata sencillamente de estar vivos.

Nos pide pruebas de desnudarnos a veces,
como el árbol bajo la lluvia,
con la piel como único secreto
y la palabra como única posesión.
Nos reclama el testimonio
de no mirar demasiado hacia atrás
y de saber agacharnos hasta recoger en el cuenco de la mano
nuestra propia sombra.
Nos solicita garantía
de estar también adentro de otras vidas.

Y ya aprobados todos los exámenes,
la vida termina inevitablemente por pedirnos
algo más que la prueba de estar vivos:
nos reclama nuestra capacidad de abandonarla,
como el hijo a la madre
o como el discípulo al maestro.



Roberto Juarroz 
Argentino (1925 – 1995)



De: Fragmentos verticales - En: Poesía vertical - Ed. Emecé – 2005


Obra: Venadita herida de Frida Kahlo – México (1907 – 1954)

lunes, 2 de enero de 2017

Laura Yasan




En los bellos días de noviembre


dónde estabas cuando abrí la puerta
y un hombre me alargó sus dedos sudorosos
y me lamió con su mirada negra
y jadeó sobre mis palabras

dónde estabas cuando me fui con él
cuando vestí de puta sólo para ofenderte
cuando sangré y hedí
cuando pedí perdón y caían mis lágrimas
sobre la punta de tus zapatos

dónde que era siempre tan lejos tan fría
tan inmediatamente tarde
dónde que te llamé hasta quedar sorda
hasta romperme los dientes
hasta rajarme la vagina

dónde que en los bellos días de noviembre te llamé
en las lluvias de julio te llamé
te dejé papelitos debajo de la almohada
fotos despedazadas con los puños
secretos como gritos

dónde
que iba y volvía con tu nombre colgando de los ojos
y los ojos se volvieron cadenas
y las cadenas barcos
y los barcos se hundieron como ojos
en las profundidades de una noche tremenda



Polución


y si a pesar de todo se habla de amor
nada te exime
de ser el basural donde el fulano
arrojará residuos

orgánicos también



Laura Yasan
De "Cambiar las armas" - Ediciones Botellas al Mar (1997)



Buenos Aires, 1960.


Obra: Between midnight and dawn - Margarita Georgiadis (Australia 1969)
http://enkaustikos.blogspot.com.ar/2012/09/margarita-georgiadis-ausencias.html

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com