viernes, 31 de mayo de 2013

Leticia Hernando



















Hasta la madrugada


Hasta la madrugada
en las calles solitarias
en los bares vacíos
en ese niño perdido
en la plaza sin gritos
en las persianas bajas
se refleja la luz apagada de los faroles
que iluminan la triste noche que pasa.

Hasta la madrugada
donde su luz apenas surgente y ya gastada
muestra los primeros pasos febriles del día
se siente esa calma acompañada por:
la presencia de las calles solitarias
el llanto de ese niño perdido
el silencio de los bares vacíos
de la plaza sin gritos
de la persianas bajas.

Hasta la madrugada
en el final de la noche
se puede sentir una ciudad palpitante
antes de ser ahogada en su desesperada acción diurna
antes de ser tapada por un desenfrenado andar.

Hasta la madrugada
en su despreocupación
hasta la madrugada

late una vida que pena.




Queja de una espera


I

Hay una cortada
a mitad de cuadra
a la derecha
podes tomarla.
Tiene un pozo ciego
una sonrisa mendiga
una mano indecisa
dos pies que no caminan.


II

( si sólo pudiera alcanzarte )
( si tan sólo pudiera abarcarme )


III

Oídos sensibles ante el tiempo quedo.
un tic-tac de fondo que se hace crónico
una espera que se alarga
y,
el extravío
como búsqueda de la demencia.


IV

( demencia:
solución asequible
respuesta de una ausencia )


V

Como tanto otros
con tan poca esperanza.
Como tantos olvidos
tan llenos de esperanza.


VI

Unos ojos que esquivan
unos dedos sin piel que no acarician
y un pecho abierto
piden
el olvido.



Leticia Hernando
De "La alegría del desarreglo"  Ediciones La Guillotina, Buenos Aires (2005)









Nació en Buenos Aires en 1976.


Obra extraída de: http://edicioneslamariposaylaiguana.blogspot.com.ar

viernes, 24 de mayo de 2013

León Gieco
























Buenos Aires
(de tus amores)



A la cruz de tus ojos, en madrugada,
se pierde el mal
Un nuevo día es tanto
que hace bien y que salva
Te vi bailando sola
entre exceso y discreción,
buscando historia, juntando años
Sobre mí se abre tu flor de humedad

En muchos de tus lugares
con el amor no alcanza
Hasta un buen corazón
puede perder la calma
Dame de lo que puedas,
o se perderá para siempre
Todo lo que cayó ardió dos veces
Sobre mí se abre tu flor de humedad

Buenos Aires, ciudad del sino,
duende de un destino
Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino,
hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido

El tiempo y el agua que tiene hoy este río
aún no pudo apagar tanto fuego caído
Vicios de sociedad
que está esperando un milagro
Algunos los que van, otros clavados al barro
Sobre mí se abre tu flor de humedad

Se van juntando almas,
símbolo de un sueño que nace
Tantos años de lucha,
por tus rincones y calles
Prisionero fugaz que está con vos y con otra
Boca roja de tango que me provoca
Sobre mí se abre tu flor de humedad

Buenos Aires, ciudad del sino,
duende de un destino
Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino,
hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido.




León Gieco








Argentino – 1951
Del Cd: Bandidos rurales –

Obra: Buenos Aires. Graciela Díaz Zaid (Argentina)

lunes, 20 de mayo de 2013

Héctor Roberto Paruzzo





















LA EVA BLENORRAGICA


Tras el terciopelo
encarnado
de sus pieles
sonrieron prohibidas manzanas

a bajo precio
compré una en la feria

la mordí
me mordió
la comí
mis entrañas
devoró
pedía la vida
ella
puso la muerte
en el dolor de mi carne.



Héctor Roberto Paruzzo
De "Poesía ese rostro alto e inaccesible - 1963-1993 Ed. Amaru












(Rosario, Santa Fe, 1944-2006)


Material aparecido en HUASI - Nº12 Año 2001. R. Revagliatti

Obra: Eva - Lothar von Seebach

miércoles, 15 de mayo de 2013

Leonardo Martínez
















Hombre solo


Todos han muerto
Se han ido muriendo uno a uno
Yo pude haberlos matado
pero dejé al tiempo la tarea
Por segundos seré dueño
dueño solo de la memoria
y desde mi sitial
abarcaré los sueños de los otros
sus grandes desconsuelos
sus vidas en pedazos
Cuando me toque la muerte
seguiré sentado como en este instante
bajo el tala
mirando sin ver
los cerros
allá lejos




Más que la muerte


I


En aquellos años
La Delicia la Esmeralda
inventaron trajines
Las alcuzas del aceite y del vinagre
saliéndoles por los ojos
la azucarera de la desesperación
acariciándoles los pechos
la sal caliente de los mediodías
saltándoles entre las piernas
Qué harán
cuando resuciten
la Delicia la Esmeralda
solitas
sobre tanto escombro



II


La abuela es una calle
perdida en los rastrojos
donde la alfalfa tiene un vago
aroma a siesta
La abuela es un recuerdo
de inviernos muy antiguos
Ella se refugiaba en la intimidad del traspatio
para fumar un lento cigarro
y calentarse al sol
A veces me habla en sueños
Su aliento huele a tierra arada





Leonardo Martínez
Nació en Catamarca en 1937.

Su obra:
Tacana o los linajes del tiempo (1989)
Ojo de brasa (1991)
El señor de Autigasta (1994)
Asuntos de familia y otras imposturas ( 1997)
Rápido pasaje (1999)
Jaula viva (2004)
Estricta ceniza (2005)
Jardín volátil –antología– (2007)
Las tierras naturales (2007)
Sin resta –antología– (2008)


Fotografía: http://sadetucuman.blogspot.com.ar/2012/07/leonardo-martinez-visito-tucuman-y-dejo.html

sábado, 11 de mayo de 2013

Roque Dalton



Alta hora de la noche


Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
Porque se detendría la muerte y el reposo
Tu voz que es la campana de los cinco sentidos
Sería el tenue faro buscado por mi niebla
Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta
No dejes que tus labios lleven mis once letras
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio
No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto
Desde la oscura tierra vendría por tu voz
No pronuncies mi nombre
No pronuncies mi nombre
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre



Roque Dalton
(1935 - 1975)

Voz: Julio Cortázar

miércoles, 8 de mayo de 2013

Elida Berelejis












“quiero hacer cosas imposibles”
Gustavo Cerati   
                                                           


Abrir
la cáscara del silencio
armar una banda
jevi metal
pogo de estrellas
zapada de grillos
al palo
boleto de ida
a la ilusión
convoca
pasajeros nocturnos
roen en su bolsillo
un sueño arrugado
raspan la espera
aunque duela.



“voy a hablar de la esperanza”
César Vallejo   


Ubiqué en el atril
montón de voces colores
no puedo explicar cuántas
cuán variadas
me costó rescatarlas del tiempo  cuánto
ponerles luz    peinarlas
al sol
arrancar abrojos
desnudarlas
       en ese momento dije:
voy a hablar de la esperanza
cuando cayó el atril
y se rompieron las palabras.




Elida Berelejis
Argentina - Reside en "El Pato" Pcia. de Bs As.











Obra: Silencio - http://musashaberlashaylas.wordpress.com/

sábado, 4 de mayo de 2013

Marosa Di Giorgio













Existe un hermosísimo idioma, cuyas palabras parecen casitas hechas con
hongos. A su lado, palidecen las más bellas letras rúnicas.
Lo descubrí una tarde y, no, lejos: aquí, nomás, mientras avanzaba entre
las boticas de los eucaliptos, a la hora en que las paredes se colman de
estrellas, y desde los árboles y el cielo, caen pastillas y perlas, vi el idioma,
y lo entendí, enseguida, como si siempre, hubiera sido el mío.



Marosa Di Giorgio
Uruguay (1932 – 2004)

De: Orientales – Uruguay a través de su poesía
Ed. Hum – 2010


Obra: Tree of life -  Gustav Klimt (Austria)

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com