martes, 24 de diciembre de 2013

Julio Cortázar



Después de la fiestas


Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacío y ceniceros sucios,

qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, eras más que el tiempo,

eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.


Julio Cortázar
De "Salvo el crepúsculo" (2004)  Alfaguara



Argentino (1914 – 1984)

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Poesía del Mondongo

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