Sobre una bailarina de bronce de Degas
Dices que la pierna sostiene al cuerpo
pero ¿no has visto nunca
la semilla en el tobillo
desde donde el cuerpo crece?
Dices (si eres constructor de puentes que creo que eres)
que cada pose debe guardar su equilibrio natural
pero ¿no has visto nunca
los tercos músculos de las bailarinas
mantener el suyo tan poco natural?
Dices (si eres tan racional como yo espero que seas)
que la evolución del bípedo
hace ya tiempo que concluyó
pero ¿no has visto nunca
ligeramente metido en la cadera
el signo milagroso aún
que predice la bifurcación de los cuerpos
veinte centímetros más abajo?
Contemplemos, pues, juntos
(los dos sabemos que la luz es la mensajera del espacio y el tiempo)
contemplemos esta figura
para verificar
yo mi diosa
y tú el esfuerzo.
Pensemos en términos de puentes.
Mira. la carretera de la pierna y la espalda
articulada a la cadera y el hombro
se sostiene firme en la palma del talón
como pilar una sola pierna
el muslo sobre la rodilla
un miembro en voladizo.
Pensemos en términos de puentes
en lo que antaño los hombres llamaron Leteo.
Mira: el cuerpo común que atravesamos
vulnerable, habitado, cálido
también aguanta.
Peso muerto, peso vivo
y resistencia aerodinámica lateral.
Dejemos así que el puente que esta bailarina nos tiende
soporte el peso de todos nuestros viejos prejuicios
verifiquemos pues de nuevo,
Tú mi diosa
y yo el esfuerzo.
John Berger
(Londres, 1926) (Francia, 2017)
Traducción: Pilar Vazquez