sábado, 26 de diciembre de 2015

Roque Dalton



Para un mejor amor


"El sexo es una categoría política"
Kate Mills.


Nadie discute que el sexo
es una categoría en el mundo de la pareja:
de ahí la ternura y sus ramas salvajes
Nadie discute que el sexo
es una categoría familiar:
de ahí los hijos,
las noches en común
 los días divididos
(él, buscando el pan en la calle,
en las oficinas o en las fábricas;
ella, en la retaguardia de los oficios domésticos,
en la estrategia y la táctica de la cocina
que permitan sobrevivir en la batalla común
siquiera hasta el fin del mes).
Nadie discute que el sexo
es una categoría económica:
basta mencionar la prostitución,
las modas,
las secciones de los diarios que sólo son para ella
o sólo para él.

Donde empiezan los líos
es a partir de que una mujer dice
que el sexo es una categoría política.
Porque cuando una mujer dice
que el sexo es una categoría política
puede comenzar a dejar de ser mujer en sí
para convertirse en mujer para sí,
constituir a la mujer en mujer
a partir de su humanidad
y no de su sexo,
saber que el desodorante mágico con sabor a limón
y jabón que acaricia voluptuosamente su piel
son fabricados por la misma empresa que fabrica el napalm
saber que las labores propias del hogar
son las labores propias de la clase social a que pertenece ese hogar,
que la diferencia de sexos
brilla mucho mejor en la profunda noche amorosa
cuando se conocen todos esos secretos
que nos mantenían enmascarados y ajenos.



Roque Dalton
De: Antología poética - Ed. Acercándonos – 2007

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El Salvador (1935 – 1975)


Fotografía: www.oceansur.com
Obra: Postal amantes de Fernando Botero (Colombia)

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Federico García Lorca




CASIDA DE LAS PALOMAS OSCURAS

A Claudio Guillén


Por las ramas del laurel
vi dos palomas oscuras.
La una era el sol,
la otra la luna.
Vecinita, les dije,
¿dónde está mi sepultura?
En mi cola, dijo el sol.
En mi garganta, dijo la luna.
Y yo que estaba caminando
con la tierra por la cintura
vi dos águilas de nieve
y una muchacha desnuda.
La una era la otra
y la muchacha era ninguna.
Aguilitas, les dije,
¿dónde está mi sepultura?
En mi cola, dijo el sol.
En mi garganta, dijo la luna.
Por las ramas del laurel
vi dos palomas desnudas.
La una era la otra
y las dos eran ninguna.



Federico García Lorca
España (1898 – 1936)


Fotografía: www.peru.com

martes, 22 de diciembre de 2015

La isla escrita





"La isla escrita. 35 poetas cubanos (2000-2015)"
    Prólogo y Selección: Norma Etcheverry
    Editorial Universitaria de La Plata.

Conseguilos contactándote a:

  Email: etcheverry.norma@gmail.com  


  Facebook: https://es-la.facebook.com/norma.etcheverry  


Próximamente en librerías de "C.A.B.A y La Plata"


  

lunes, 14 de diciembre de 2015

Marisa do Brito Barrote




VII


Hoy tuvimos nuestro primer encuentro.
Vos llorabas como niña
que acaba de nacer
y yo como madre
que termina de parir.
Con la piel más suave del asombro
se tocaron
mi final y tu principio.



IX

Niña que chupetea de mí
como uan sanguijuela que es igual a mí
más niña y me repite
con mis chinchudeces e hipos

Me quedaría todo el día
alimentándote
hasta que me desaparezcas
y forme parte de vos misma:
-mi lechijuela
mi chiquitruí-
beba que chupa
de la teta de mi ego.



Marisa do Brito Barrote
De: Madamas  - Ed. Alción – 2006

Argentina – 1970



Obra: El arte de amamantar de Tamara de Lempicka (Polonia 1899 – 1980)

Foto extraída de: laescueladenadie.wordpress.com

jueves, 10 de diciembre de 2015

Hugo Midón






El pronóstico del tiempo


El pronóstico del tiempo reservado para hoy,
dice que a la tardecita es probable un chaparrón.

Negras nubes pasajeras, negras como un pizarrón,
dejarán el cielo negro y una negra sensación.

Si la lluvia los empapa
empapados quedarán,
empapados los pequeños
y empapapapá, y empapapapados los papás.

Estos son nuestros informes reservados para hoy,
puede ser que pase todo, como puede ser que no.

Si la lluvia los empapa,
empapados quedarán,
empapa'os los pequeños
y empapapapá, y empapapapados los papás.

Va a llover!




Hugo Midón
Valentín Alsina, Provincia de Buenos Aires, 27 de febrero de 1944 - Ciudad de Buenos Aires, 25 de marzo de 2011


domingo, 6 de diciembre de 2015

Divididos






Ala delta


Una chica en el cielo
vive en mi océano salvaje;
una radio que se cae
mientras duermen pájaros acá
una radio en el mar,
una chica en el cielo todo el tiempo
puedo ver pero no se,
todo esta muy rápido acá.
y los pibes remontaban barriletes,
y la virgen paso haciendo ala delta.

Todo esta muy fácil
si tenés tu propio cielo.
nada esta muy cerca,
nada que yo necesite.



Divididos
Del álbum “Vivo acá”

  Encuentro en el Estudio   con Lalo Mir junto al ingeniero de sonido Jorge Da Silva


Fotografía: www.ruidosmolestos.net


lunes, 30 de noviembre de 2015

Georges Brassens






El Pornógrafo (Le pornographe, 1958)


Cuando niño era yo
Fóbico a las palabro-tas
y si alguna iba a pensar
No se me iba a escapar,
Pe-ro hoy en día que me gano el pan
Como cantor y charlatan
Ni las pienso pero, que va,
Las digo, y ya.

Soy el pornógrafo del fonógrafo
El picarón de la canción

Por divertir a la galería
Escupo muchas ironías
La boca llena de crudezas
Con alguna rudeza,
Pero encontrándome en mi hogar
Mi conciencia me viene a acusar
Diciéndome “conviértete,
hombre incorrecto"

Voy el domingo y me confieso
que con las nalgas me embeleso
Y firme prometo a mi gurú
Hacer de ello un tabú
Pe-ro temiendo que al callar
Me vaya pronto a trastornar
Vuelvo a invocar con nuevos bríos
culos impíos

Mi mujer es, dicho al pasar
De una lujuria natural
Que la lleva a querer dormir
Con cualquiera en venir,
Pe-ro díganme como exponer
mi caso en el café-concert
Sin decir que tiene seguro
Fiebre en el culo

Quizá tendría un pasar mejor
Y me dieran la Cruz de Honor
Si yo cantara con decoro
“Mi amorcito te adoro”
Pero mi angel dijo así:
“Canción de amor te está prohibi-
da, salvo que sea que le cantas
A una atorranta”

Y cuando canto alegremente
A un patrón de cabaret
alguna de mis letanías
Le da melancolía y
Triste me pide “Por favor
Cántale ahora a alguna flor
De esas de la calle Blondel,
Las del burdel"

Cada tarde antes de cenar
A mi balcón voy a asomar-me
Y a la gente contemplo yo
pasando bajo el sol,
Pe-ro no me pidan cantarlo si
No quieren que les diga aquí
Que para mi boludos son
En procesión

Las buenas almas de aquí aba-jo
esperan que en mi hora final
El diablo dejará ensartado
A este maleducado
Pe-ro quizá no crea el Señor
Tan malo lo que he dicho yo
Y me admita en su Jerusalén
A mi también
Le pornographe
Du phonographe
Le polisson
De la chanson



Georges Brassens 
(1921 - 1981) fue un autor y compositor francés

Interpretación: por Horacio Cervan

viernes, 27 de noviembre de 2015

Sonia Scarabelli




Frente a la estatua de don Leandro Alem


¿Te acordás cuando decías
"se rompe pero no se dobla",
cada vez que pasábamos
frente a la estatua de  don Leandro Alem?
Siempre fue tan raro todo en casa,
una mezcla que nadie
me logra explicar.
Y ahora ahí estás,
con todos tus huesos quebraditos
hundidos en la tierra,
tus huesos tapados hasta arriba por la muerte
-que nos tapa a todos-
pero igual sanos
de tan rotos.



El cuento


Cuando te veo convertido en hojita,
en árbol, pájaro,
¿qué me estás contando?
Y si me voy a mirar el río,
¿vas a ser el río?
¿Puede pasar así también?,
¿que te morís para empezar a aparecer
en todas las cosas?
Y cuando mire las estrellas
y la noche y la luna,
¿no estoy más sola,
vos me hacés compañía?



Sonia Scarabelli
De "El arte de silbar"  -  Ediciones BAJOLALUNA  2014

Nació en Rosario en 1968

(Fotografía: Hugo Ferreyra) extraída: http://archivo.lacapital.com.ar

lunes, 23 de noviembre de 2015

Carlos Patiño




LUGARES


El paraíso es un rinconcito del corazón
en donde los vivos

mantenemos felices nuestros muertos.


_______________________________


PAROLE PAROLE PAROLE 


Tu silencio aturde  mis oídos
como un choque de trenes.
Las palabras – nuestras palabras –
que tantas veces sirvieron para reír o
exponer
ahora
ya no vienen ni van.
A las palabras – a veces -  también las carga el diablo.
Y la vida está atenta a estas palabras
como un matón de barrio a su próxima víctima.  


_______________________________


THE END


¿ Y qué te queda después de
atravesar
un manantial en llamas
sino el dolor
la soledad
el alcohol
la locura y
                  la muerte?     



Carlos Patiño
De "Cadera, Lejanías y  Diagonales" (2013)  -  El Monje Editor


Argentino (1934 – 2013). -  Integrante del "Grupo Barrilete"

jueves, 19 de noviembre de 2015

Tabaré Cardozo






El Tiempo Me Enseñó


El tiempo me enseñó que con los años,
se aprende menos de lo que se ignora.
El tiempo, que es un viejo traicionero,
te enseña cuando ya llegó la hora.
El tiempo me enseñó como se pudo
en la universidad arrabalera.
Con la verdad prendida en una esquina,
igual que un farolito en la vereda.


El tiempo me enseñó que los amigos
se cuentan con los dedos de una mano.
Por eso debe ser que no los cuento,
para pensar que tengo mil hermanos.
El tiempo me enseñó que los traidores
se sientan en la mesa a tu costado.
Y el hombre que te da la puñalada,
comparte el pan con esas mismas manos.


Porque no tengo nada que me sobre
por eso es que yo digo que soy rico.
Porque prefiero ser un tipo pobre
a ser alguna vez, un pobre tipo.
El tiempo me enseñó que las banderas,
son palos con jirones que flamean
y el mapa es un papel que se reparten
los reyes mientras los hombres pelean.


El tiempo me enseñó que la miseria
es culpa de los hombres miserables;
que la justicia tarda y nunca llega
pero es la pesadilla del culpable.
El tiempo me enseñó que la memoria
no es menos poderosa que el olvido;
es solo que el poder de la victoria
se encarga de olvidar a los vencidos.


El tiempo me enseñó que los valientes
escribirán la historia con su sangre,
pero la historia escrita de los libros
se escribe con la pluma del cobarde.
El tiempo me enseñó que desconfiara
de lo que el tiempo mismo me ha enseñado.
Por eso a veces tengo la esperanza
que el tiempo pueda estar equivocado.


Flaco, Tabaré, te hablo yo el Canario me queda media hora.
Fijate que tengo unos cuantos ñoquis ya.
Quiero vivir feliz, no ver gente durmiendo en la calle.
Por eso flaco, quiero vivir esta media hora a los rico,
porque yo soy rico, porque los carros de basura me saludan, porque la gente me da la mano.


Tabaré Cardozo
Del álbum 'Pobres Poderosos' - Año 2005

Nació en Montevideo en 1971 es un cantante, compositor y murguista uruguayo

Washington Luna, más conocido como Canario Luna
(Montevideo, 1938-2009), cantor uruguayo de murga




lunes, 16 de noviembre de 2015

Leopoldo Marechal




Palabras al Che


Cuando se haya redimido este ya largo deshonor que gravita sobre Latinoamérica:
Cuando esa gran vergüenza sea lavada con el buen jabón que da la sangre de los héroes;
Cuando la libertad no sea entre nosotros un giro en dólares y una ilusión tramposa;
Entonces, compañeros, se verá cómo un fénix puede resucitar de su acostada ceniza;
Y no importa si el mismo sol alumbra por igual ahora la tumba de un guerrillero recién caído;
Y la espada estéril de los tristísimos generales.
¿De qué te indignas, hombre? ¿Por qué lloras, mujer?
¿No sabías que un héroe debe morir y muere, como llevado por su hermoso viento?
El héroe fue una instancia que no sabía dormir
y un desvelo con la boca llena de clamor.
Un peligro, en suma, y una incomodidad irritante.
Por eso, cuando el héroe sucumbe, los malditos en acto se alegran de frente
Y los benditos cautelosos se duelen de perfil.

¡Oh, Che, no soy yo quien ha de llorar sobre tu carne derrotada!
Porque otra vez contemplo una balanza ya puesta en equilibrio por tu combate último.
Y frente a esa balanza diré a tus enemigos y los nuestros:
"Han hecho ustedes un motor inmóvil de un guerrero movible".
Y ese motor inmóvil que alienta en Santa Cruz
Ya está organizando el ritmo de las futuras batallas.



Leopoldo Marechal
Argentino (1900 – 1970)



De: Largo día de cólera - Antología poética  - Ed. Colihue – 2000

jueves, 5 de noviembre de 2015

Dardo Sebastián Dorronzoro




Yo quiero una máquina


Yo quiero una máquina para cada uno de nosotros.
Una máquina para ti, una máquina para mí.
Una máquina zumbadora y alegre,
grande y dócil como un elefante,
que produzca pan, rosas y olvido,
guardapolvos blancos,
mariposas,
y una dulce lluvia para cuando estemos tristes.

Yo quiero, además, tres palmos de tierra para cada uno de nosotros.
Tres palmos de tierra donde poder sembrar una sola
semilla de trigo,
una sola violeta,
una sola golondrina,
o donde poder enterrar a nuestro perro cuando se muera.

Yo quiero para cada uno de nosotros
un salvoconducto para andar por el mundo,
para andar por la primavera y los melancólicos bodegones,
sin que se nos mire la suela de los zapatos,
el pulgar de la mano derecha,
o el interior de nuestro corazón.

Y yo quiero, especialmente para mí,
un carro con cuatro caballos de viento,
un esqueleto de nubes y rocío,
una muchacha sonriendo - para siempre en el recuerdo -
y una paloma de papel de seda.



Dardo Sebastián Dorronzoro
Argentino (1913 –  Desaparecido en 1976)

De: Cantos de vida, amor y libertad - Madres de Plaza de Mayo
Poemario Nº 3 - Ed La Campana – 1984

Foto extraída de: revistasudestada.com.ar

viernes, 30 de octubre de 2015

Eduardo Mileo




Paisaje de lluvia con música de chapas


Llueve.
El cielo es un techo de chapas.
Abrigado bajo
la solidaridad de un árbol
conversa en malos términos con Dios.
Una hilera de gotas
resbala por su nuca. Los
clasificados no sirven
ni de paraguas.

¿Pero quién sirve a quién cuando nada
sirve en este mundo?

Ni siquiera un perro es
una máquina de lamer.

Los árboles no sirven
de abrigo mucho tiempo.
Por su nuca resbala la humedad tenaz.
Ya es chapa. Hierro viejo
vendido por su peso.
Bajo las viejas
marquesinas se agolpa
la muchedumbre
que mira caer el agua
con ojos de vaca.



Paisaje del cola de perro


Un manto de ceniza oculta el sol.
Como un reguero de silencio
camina
la gente por la calle anonadada.
Nadie está ahí
pero se siente
en la neblina palpitar la ausencia.
Tibio,
como de haber llorado,
el sin trabajo cruza de vereda.
“Esto es ahora y para siempre”
—piensa,
y al llegar respira
como saliendo de un río—.
El manto de ceniza se dispersa
cuando se lleva
la mano a la frente.
“Va a estar bravo”
—dice al aire,
y se para el último
de la cola—.



Paisaje con silbo vulnerado


No duele.
Ya no queda dolor.
Sentado en un banco
se rasca la cabeza
para saber qué hacer.
Ahora camina.
De las alturas
cae el agua de las plantas.


Implora porque cae.
Pero no dice
no reza una plegaria.

Camina con los piojos
camina con las manos
con las ojeras. Tiembla
para poner calor en algún lado.


Silba.
El aliento empaña
sus fotos familiares.
Hace frío pero siente
transpirar la palma de las manos.



Eduardo Mileo
De "Poemas del sin trabajo"  [EPUB]  -  Ediciones en Danza (2007)



Nació en Buenos Aires, 1953.



martes, 27 de octubre de 2015

Joan Manuel Serrat







Disculpe el señor


Disculpe el señor
si le interrumpo, pero en el recibidor
hay un par de pobres que
preguntan insistentemente por usted.

No piden limosnas, no...
Ni venden alfombras de lana,
tampoco elefantes de ébano.
Son pobres que no tienen nada de nada.

No entendí muy bien
sin nada que vender o nada que perder,
pero por lo que parece
tiene usted alguna cosa que les pertenece.

¿Quiere que les diga que el señor salió...?
¿Que vuelvan mañana, en horas de visita...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
«Santa Rita, Rita, Rita,
lo que se da, no se quita...»?

Disculpe el señor,
se nos llenó de pobres el recibidor
y no paran de llegar,
desde la retaguardia, por tierra y por mar.

Y como el señor dice que salió
y tratándose de una urgencia,
me han pedido que les indique yo
por dónde se va a la despensa,

y que Dios, se lo pagará.
¿Me da las llaves o los echo? Usted verá
que mientras estamos hablando
llegan más y más pobres y siguen llegando.

¿Quiere usted que llame a un guardia y que revise
si tienen en regla sus papeles de pobre...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
«Bien me quieres, bien te quiero,
no me toques el dinero...»?

Disculpe el señor
pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y
curiosamente, vienen todos hacia aquí.

Traté de contenerles pero ya ve,
han dado con su paradero.
Estos son los pobres de los que le hablé...
Le dejo con los caballeros

y entiéndase usted...
Si no manda otra cosa, me retiraré.
Si me necesita, llame...
Que Dios le inspire o que Dios le ampare,
que esos no se han enterado
que Carlos Marx está muerto y enterrado.



Joan Manuel Serrat
España – 1943


Del Cd: "Utopia" (1992).

Foto extraída de: http://www.emol.com/noticias/magazine/2014/03/14/649732/serrat-y-el-exilio.html

jueves, 22 de octubre de 2015

Marcela Armengod





Con su valijita


con su valijita
de irse
o su valijita
de quedarse
en el Puente de Avignon
con las flores del mal robadas
con la paloma equivocada


De: La ira del colibrí



Medición de Venus
                Florencia, siglo XV


Un compás
un goniómetro
una regla de cobre

sobre la bella
que osó gemir
entre esos dedos
blandiendo
las asperezas
del mármol



Inédito



Marcela Armengod
Argentina – 1955



De: Las 40- Poetas santafecinas 1922 – 1981 - Compiladora: Concepción Bertone
Ed. Universidad Nacional del Litoral – 2008

Publicó los poemarios “A la intemperie” (1983), “Agramaticalmente” (1991), “La ira del colibrí” (2000) y “Encaje” (2007).
Es profesora de letras y coordinadora de talleres literarios.  Participó en festivales y congresos nacionales e internacionales en calidad de poeta y expositora.

Fotografía extraída de: fotolog.com
Fotografía de la poeta extraída de: eurasiahoy.com

domingo, 18 de octubre de 2015

Mirta Rosenberg





LA CASA se convirtió en mi madre,
un caparazón
que me cuida y me encarcela.

La palabra mamá
centellea, deslumbra y ciega.

Y yo acá
chocándome con las cosas
por ir de acá para allá.
Palabras es lo que eran.

Mamá. Mamá.
La hija que ya es abuela.
Unas pocas sílabas rielan
como el mar.

Sentarse y a nadar.



Mirta Rosenberg
De "El paisaje interior"  - Ed. BAJOLALUNA 2012



Argentina - 1951

Obra publicada en poesía: “Pasajes” (1984); “Madam” (1988); “Teoría sentimental” (1994); “El arte de perder” (1998) y “El árbol de palabras , obra reunida 1984 – 2006” (2006).


ilustración: “Pachamama parindo” ©Juliaro  - http://palomailustrada.blogspot.com




miércoles, 14 de octubre de 2015

Sergio Manganelli




"...El sueño se hace a mano y sin permiso
arando el porvenir con viejos bueyes"
Silvio Rodriguez



Arar la tierra
con los pies,
paso tras paso,
reconociendo el eco
de secretos abismos,
la roja vibración
de la semilla,
el sabor de la luna
en el silencio.

Desempedrar las calles
del olvido,
robarle sus fulgores a la sombra,
marchando en el vacío,
a tientas,
como un ciego.

Bebiendo de la vida
hacia la muerte,
sin espigas,
ni pan para mañana.

Dejar dormir la aurora
en la sal de su lecho,
mientras el vino sangra
bajo mis cicatrices,
y vierte sobre mi alma
un fuego para siempre.

No hay camino, ni luz,
tan solo pasos.
             

Un agua de naufragio
en las esquinas,
praderas invernales,
soles verdes.

Arena de los surcos
de la gloria.

Eclipses transparentes.

Y mi ansiedad un río,
que se tropieza a veces con tu nombre.



Sergio Manganelli

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Nació en Haedo, Provincia de Buenos Aires, Argentina,el 28 de febrero de 1967.


Pinturas: La cueva de los sueños olvidados - En  la localidad francesa de Vallon-Pont-DArc

jueves, 8 de octubre de 2015

Luis Luchi




Momento patético último


Adiós hermanos, adiós.
Adiós padre, adiós madre muerta.
Para todos tengo un adiós.
Adiós amigos que me acompañaron a vivir,
esta vez para siempre me voy.
Tomo el navío del símbolo en la frente
lleno de pasajeros conocidos,
la sombra del mundo que me inventé
y sus tripulaciones, todas buenas gentes.
Adiós para todos adiós,
en el otro puerto que seguro llegaré
las costumbres serán distintas.
No se golpeen el pecho preguntando por qué.
Mi vida, no sé cómo llamarla,
digamos eso que ocupé
el espacio igual al de ustedes,
con suave sensación
de cosa y movimiento desintegrado,
una inquietud raíz de mis ganas de vivir.
Dejo esa inquietud,
lo mío, el yo, no fue más.
A todos, para todos adiós.
Sepan que me confundí de viaje
y perdí el regreso.




Luis Luchi
Argentino (1921 – 2000)


De: Paseo por la capital de Luis Luchi -  Antología
Ed. Último Reino – 2003


Foto extraída de: www.elortiba.org

domingo, 4 de octubre de 2015

Liliana Souza





dos


III


niego el tacto

un hilo trepa a la memoria
un latido de pulpa
                   atraviesa los párpados
un reino
                   estremece
                   y quiebra

la lengua del hombre
                         hembra de la boca
                    miente
                                  una forma constante



V


sin perímetro
                         ni rodaje
la tierra natal muta
en algo que puede ser cierto

ruedos y estallidos breves

tantos
             como sean innecesarios



seis


                                                                                                                                                  entonces,
permanecí desnuda, sobre la mesa helada del hospicio
María Meleck Vivanco

III


alrededor de mi talle
                   enhebro ramos de ira

con tanza e hilo en cantidad
                               ajusto

la axficia
                      libera
                      no ata



Liliana Souza
De "Cuarto de costura" - Ediciones del Dock  2012



Nació en Avellaneda en 1958, Buenos Aires. Reside en Bernal, Quilmes.

Coordina Talleres Literarios Infantiles y Juveniles. También Talleres para Adultos Mayores con el fin de ejercitar el área cerebral.

En 2010 publicó "esa otra forma".

sábado, 26 de septiembre de 2015

Oliverio Girondo




15


Exigió que sus esclavos le escupieran la frente, y colgado de las patas de una cigüeña, abandonó sus costumbres y sus cofres de sándalo.
¿Sabía que las esencias dejan un amargor en la garganta? ¿Sabía que el ascetismo puebla la soledad de mujeres desnudas y que toda sabiduría ha de humillarse ante el mecanismo de un mosquito?
Durante su permanencia en el desierto, su ombligo consiguió trasuntar buena parte del universo. Allí, las arañas que llevan una cruz sobre la espalda lo preservaron de los súcubos extrachatos. Allí intimó con los fantasmas que recorren en zancos la eternidad y con los cactus que tienen idiosincrasias de espantapájaro, pero aunque tuvo coloquios con el Diablo y con el Señor, no pudo descubrir la existencia de una nueva virtud, de un nuevo vicio.
El ayuno de toda concupiscencia ¿le permitiría saborear el halago de que un mismo fervor lo acompañara a todas partes, con su miasma de sumisión y de podredumbre?
Precedido por una brisa que apartaba las inmundicias del camino, las poblaciones atónitas lo vieron pasar cargado de aburrimiento y de parásitos.
Su presencia maduraba las mieses. La sola imposición de sus manos hacía renacer la virilidad y su mirada infundía en las prostitutas una ternura agreste de codorniz.
¡Cuántas veces su palabra cayó sobre la multitud con la mansedumbre con que la lluvia tranquiliza el oleaje!
Sobre la calva un resplandor fosforescente y millares de abejas alojadas en la pelambre de su pecho, aparecía al mismo tiempo en lugares distintos, con un desgano cada vez más consciente de la inutilidad de cuanto existe.
Su perfección había llegado a repugnarle tanto como el baño o como el caviar. Ya no sentía ninguna voluptuosidad en paladear la siesta y los remansos encarnado en un yacaré. Ya no le procuraba el menor alivio que los leprosos lo esperaran para acariciarle la sombra, ni que las estrellas dejasen de temblar, ante el tamaño de su ternura y de su barba.
Una tarde, en el recodo de un camino, decidió inmovilizarse para toda la eternidad.
En vano los peregrinos acudieron, de todas partes, con sus oraciones y sus ofrendas. En vano se extremaron, ante su indiferencia, los ritos de la cábala y de la mortificación. Ni las penitencias ni las cosquillas consiguieron arrancarle tan siquiera un bostezo, y en medio del espanto se comprobó que mientras el verdín le cubría las extremidades y el pudor, su cuerpo se iba transformando, poco a poco, en una de esas piedras que se acuestan en los caminos para empollar gusanos y humedad.



Oliverio Girondo
Argentino (1892 – 1967)

De: Espantapájaros - Ed. Ceal – 1991


Imagen extraída de: http://www.telam.com.ar/ilustraciones/caricaturas/pagina/57/
(ilustrador, el Tomi)


domingo, 20 de septiembre de 2015

César Cantoni




EL MAYOR PROBLEMA DEL HOMBRE


El mayor problema del hombre
no es el analfabetismo sino la cultura:
las hormigas son analfabetas, pero tienen sabiduría;
el hombre suma conocimientos,
pero aún no ha logrado entender nada.



FAMILIA TIPO CON PERRO


En la foto estamos papá, mamá, mi hermana,
el perro de la casa y yo.
Papá está serio, como siempre,
mamá está linda, como siempre,
mi hermana está asida al brazo de mamá,
el perro está absorto
y yo estoy más rígido que un soldado,
pendiente de la cámara.
Papá y mamá salieron de foco hace bastante,
mi hermana se jubiló,
al perro lo mató un tranvía
y yo, momentáneamente,
me aferro a esta foto que encontré entre otras,
plena de reminiscencias
y tan implacable como el tiempo.



César Cantoni
Argentino – 1951. Reside en La Plata




Poemas inéditos extraídos de: www. tuertorey.com.ar

Imagen: http://imagenesdecomentarios.com/fotos-de-hormigas-trabajando-en-equipo/

lunes, 14 de septiembre de 2015

Marta Elizabeth Córdoba




HERIDA

desde la esquina
la luz revela
dos perros mordaces
con la herida del hambre

revuelven la basura
en el fallido intento de encontrar
el manjar perdido entre migajas putrefactas


* * *


hacia dónde transitan los solos
los deshabitados
los inermes de la vida y de huellas invisibles
que con pasos agigantados y sin urgencias
deambulan desguarnecidos
desolados

   aquí estoy
transitando con los solos


* * *

saludaron
trompetas silenciosas
de madera atrapadas sin sonido

tañeron

y ella te quiso tanto

las luces opacas optaron por correr
hacia otra corriente más iluminada


* * *

así como la roca espera la embestida de la ola
la marejada acecha acometer con su envoltura
que necia conjetura frágil
     (ella
     la inadvertida)
y vuelven los pensamientos al asedio de mis sueños sin sueños
que necios conjeturan fuertes
      (ellos
                                            los rastreadores)

el agua se va
decepcionada
es sólo agua
                                           los pensamientos quedan


* * *

DESAMOR

cree estar en el mar
mas la quebrada dice
no
con un guiño

un pedido de viento al sur
desesperanzado

grita no

y se retuerce
de aire frío
sin amante

porque es así el destino

ondular donde quiere


* * *

todo indica que pronto habrá una guerra
y pienso si será necesario este invierno
aún podar las plantas
reconciliarme con mi hermana
lavar cortinas
acomodar la casa o escribir un libro
declararte mi enemigo o un aliado
desertar prontamente de esta idea
decidirme a dejarte o quedarme
y hacernos como locos el amor
creer en dios o continuar atea

como ves amor
y si no hay beligerancia
mi vida seguirá siendo un campo de batalla


* * *

pasa el tiempo y en lugar de sosegarme
me rebelo plácida
serenamente corro riesgos
excavo transversales
descubro oasis
bebo y escupo los extractos
pienso a cielo abierto
me contengo
saco sedimentos del pasado
remuevo esos recuerdos
hago el amor
hago la guerra

habiendo tanto verbo
para qué quiero sosiego



Marta Elizabeth Córdoba

Nació en Catamarca, El Puesto, en el departamento de Tinogasta.
Vivió en Salta más de 15 años y reside desde 2007 por períodos alternados entre Tilcara y Córdoba.
Es autora de textos académicos en economía, ciencias políticas y educación, destinados a alumnos del nivel superior de carreras a distancia.
Escribió algunos libros de poesías y relatos breves, siendo el último Palabras Descifradas, en 2015.



martes, 8 de septiembre de 2015

Liliana Waipan




Primera muerte

La nada suele tener recodos
CarlosPatiño


Cuando el sol tirita
escondido en el cajón
de las sonrisas
es porque a mi noche
no la mata cualquier amanecer
Alguien muere
su primera muerte
la última
furioso de antemano
Digo a mi noche
no la mata
cualquier amanecer
cuando dentellea el invierno
en mi garganta

Tu nombre no muere
y aunque no vengas
no sube tu voz
ni queme tu abrazo
no importa
que muera
Es así
después de la primera muerte
solo cuenta la tuya
cuando el sol tirita 
y a mi noche
no la mata



Bestial


No incauta
Si imprudente

La espalda en arco
erguida sobre mis patas delanteras
en el aullido
se vienen los orgasmos ancestrales
desde la primera hembra
                                       abierta
                                                      atravesada
hasta aquí
cuando me devora la vida
sigo amputada
más mujer
y más bestia




Liliana Waipan
De "De pasos, escalones y fantasmas" - Antología Ed. El ojo de la ballena 2002
(Taller de poesía en Casa de Arte Doña Rosa - Prof. Carlos Patiño)

Nació en Avellaneda, Pcia. de Buenos Aires. Reside en Bernal (Quilmes)
Desde 1997 escribe y publica poesías.
"Sensaciones térmicas" 2006, "Limpieza a fondo" 2007, "Rehenes (Poema Liberados) 2008.


Fotografía: ar.linkedin.com

martes, 1 de septiembre de 2015

Idea Vilariño




Calle inca


Faroles incas ruben
subiendo por la cuesta
flores de paraíso por el suelo
la escuela
mil novecientos cuánto
la esquina las estrellas.
El jardín inca ruben
tibio escalón silencio
ramas entrelazadas
una hormiga subiendo.
Tibio frío la luna
las estrellas sin cuento.
Olor a tierra ruben
jazmín y madreselva
los laureles rosados
los helechos la verja.
Frío ruben lo oscuro
olor de aquellas flores
de aquellos años fiestas.
Una hormiga subiendo
―faroles inca ruben—
su camisa celeste.



Idea Vilariño
Uruguay (1920 – 2009)

De "En lo más implacable de la noche" - Antología personal - Ed. Colihue – 2009


Foto extraída de: terrar.io


jueves, 27 de agosto de 2015

Natalia Litvinova




gómel


mi abuelo lo único que hacía era afeitarse y temblar
frente al televisor.

mi padre todas las mañanas se perdía en el campo,
transformado en un punto tridimensional de la nieve.

regresaba con una sonrisa mística en su rostro y nadie
sabía por qué.

en verano también esa misma sonrisa y frutillas
en sus manos, en primavera frambuesas.

la sonrisa de mi padre traía frutos maravillosos.

mi abuelo temblaba cada día más, su cabeza recaía
como mandolina y se erguía como un piano.

un día mi padre regresó con manzanas

mi abuelo dio con la clave del silencio.



no crezcas


vuelvo a tener la edad que nunca tuve.
mi padre se acomoda sobre mi regazo
y me susurra al oído su regalo de navidad.
acaricio sus cabellos.
no crezcas
eso no hace falta para que exista.
él insiste y crece.
ahora un cuerpo sobra.


romper


mi lengua en libretas viejas
teléfonos sin destinatario
borrar un nombre revelado
por el lápiz
romper el lápiz
la mano



Natalia Litvinova
De "Rocío animal"  -  Colectivo editorial La Pulga Renga (2013)

Nació en Gómel, Bielorrusia, en 1986, desde los diez años reside en Argentina.

Fotografía: http://www.vallejoandcompany.com/que-nos-quisimos-decir-con-ese-silencio-una-entrevista-a-natalia-litvinova/

lunes, 24 de agosto de 2015

Gustavo Tisocco




Cuando mi Príncipe
me despertó del sueño
más de siete enanos nos juzgaron.

Desde ahí, ese beso es mi gloria.

Ahora,
todas las manzanas
que nos ofrecen,
saben a veneno.



Certeza


Tengo la certeza
de que mi abuelo Pedro se quedó dormido
y me lo robaron barcos piratas.

Sabido que estos bárbaros
aglutinan fortunas,
trofeos, tesoros…



Gustavo Tisocco
Argentino – 1969



De "Cicatriz" -  Ediciones Vinciguerra – 2009

Nació en Mocoretá, Corrientes. Tiene publicados más de seis libros de poesía y ha participado en antologías de nuestro país y el extranjero.
Recibió cuantiosos premios y sus poemas se han traducido a varios idiomas.

Dirige el blog: mispoetascontemporaneos2.blogspot.com

Imagen extraída de: thekingsoftheblog.com
Foto extraída de: diarios.net

miércoles, 19 de agosto de 2015

Roberto Malatesta




Miedo de que un día


Miedo de que un día planifiquen la lluvia,
algo así como de 3 a 3.15 de la mañana
para las zonas urbanas
comprendidas entre tal y cual calle.
¿Tendré que madrugar para escribir mi poema de la lluvia,
se suicidarán en masa las ranas cantoras
o acaso se sindiquen
y provoque  un curioso croar de protesta?
Miedo por la suerte de aquellos que se nieguen
a tan futuro feliz preconcebido en seco;
miedo por las máquinas que atentan contra mi estilo poético,
miedo por las máquinas de nacer y por las máquinas de morir,
miedo por la moda del placer y
por sobre todo miedo
del temor ritual que impregna a la gente
que se apoya en lo lustroso y se dice partidaria
de aquello desprovisto de toda rigurosidad.
Miedo al fin, no tan terrible, si me aferro
a tu boca que comparte mis miedos y mi risa
por la estupidez de estos tiempos ligeros.




Roberto Malatesta
Argentino – 1961



De: El silencio iluminado  -  Ed. Leviatan – 2011


Obra de Tetsuya Ishida (Japón: 1973- 2005)



viernes, 14 de agosto de 2015

Anne Sexton




La balada de la masturbadora solitaria


El final del asunto siempre es la muerte.
Ella es mi taller. Ojo resbaloso,
fuera de mi tribu mi aliento
ve que no estás. Espanto
a los que esperan. Estoy saciada.
De noche, sola, me caso con la cama.

Dedo a dedo, ahora es mía.
No está tan lejos. Es mi encuentro.
La toco como a una campana. Me reclino
en el tocador donde solías montarla.
Me usaste sobre la manta floreada.
De noche, sola, me caso con la cama.

Tomá esta noche, por ejemplo, mi amor,
en la que cada una de las parejas se une
en un revolcón abajo, arriba,
el par abundante en espuma y pluma,
arrodillándose y empujando, cabeza a cabeza.
De noche, sola, me caso con la cama.

Me alejo de mi cuerpo, de esta forma,
un milagro irritante. ¿Podría
exhibir el mercado de los sueños?
Estoy extendida. Crucifico.
Mi pequeña ciruela, le decías.
De noche, sola, me caso con la cama.

Entonces llegó mi rival de ojos oscuros.
La dama de agua, levantándose en la playa,
un piano en la yema de los dedos, vergüenza
en los labios y voz de flauta.
En cambio yo fui la escoba chueca.
De noche, sola, me caso con la cama.

Ella te agarró como una mujer agarra
un vestido de liquidación de un estante
y yo me rompí como se rompe una piedra.
Te devuelvo tus libros y tu equipo de pesca.
El diario de hoy dice que se casaron.
De noche, sola, me caso con la cama.

Los chicos y chicas son uno esta noche.
Desabotonan blusas. Bajan cierres.
Sacan zapatos. Apagan la luz.
Las brillantes criaturas están llenas de mentiras.
Se están comiendo mutuamente. Están saciados.

De noche, sola, me caso con la cama.


 The Ballad of the Lonely Masturbator

The end of the affair is always death.
She's my workshop. Slippery eye,
out of the tribe of myself my breath
finds you gone. I horrify
those who stand by. I am fed.
At night, alone, I marry the bed.

Finger to finger, now she's mine.
She's not too far. She's my encounter.
I beat her like a bell. I recline
in the bower where you used to mount her.
You borrowed me on the flowered spread.
At night, alone, I marry the bed.

Take for instance this night, my love,
that every single couple puts together
with a joint overturning, beneath, above,
the abundant two on sponge and feather,
kneeling and pushing, head to head.
At night, alone, I marry the bed.

I break out of my body this way,
an annoying miracle. Could I
put the dream market on display?
I am spread out. I crucify.
My little plum is what you said.
At night, alone, I marry the bed.

Then my black-eyed rival came.
The lady of water, rising on the beach,
a piano at her fingertips, shame
on her lips and a flute's speech.
And I was the knock-kneed broom instead.
At night, alone, I marry the bed.

She took you the way a women takes
a bargain dress off the rack
and I broke the way a stone breaks.
I give back your books and fishing tack.
Today's paper says that you are wed.
At night, alone, I marry the bed.

The boys and girls are one tonight.
They unbutton blouses. They unzip flies.
They take off shoes. They turn off the light.
The glimmering creatures are full of lies.
They are eating each other. They are overfed.
At night, alone, I marry the bed.  



Anne Sexton
(1928-1974) Nació en Massachusetts.

traducción: Griselda García

extraído del blog: griseldagarcia.blogspot.com

Fotografía: www.eitb.eus

lunes, 10 de agosto de 2015

Saúl Salinas





La madrugada


¿No ver a tu corazón?
¿qué dice usted?
adorada prenda querida
así ha de ser;
y verá que por tu amor
¿qué dice usted?
estoy al perder la vida,
así ha de ser.
No te duermas mi querida
no te duermas mi adorada,
¡que viene aclarando el día
la madrugada!

Estoy al perder la vida,
¿qué dice usted?
En la agonía muy fuerte
así ha de ser.
Al verte todos los días
¿qué dice usted?
mis ojos lloran por verte
así ha de ser.
No te duermas mi querida,
no te duermas mi adorada...
¡qué viene aclarando el día
la madrugada!

Soñé que el fuego se helaba
¿qué dice usted?
y que la nieve se ardía
así ha de ser.
Y por soñar imposibles
¿qué dice usted?
soñé que tú me querías
así ha de ser
No te duermas mi querida,
no te duermas mi adorada,
¡que viene aclarando el día
la madrugada!



Saúl Salinas
Argentino (1882 – 1921)


Dúo Gardel-Razzano. Guitarra: José Ricardo

domingo, 2 de agosto de 2015

Juan L. Ortiz




A la orilla del río ...


A la orilla del río
un niño solo
con su perro.
A la orilla del río
dos soledades
tímidas
que se abrazan.
¿Qué mar oscuro,
qué mar oscuro,
los rodea,
cuando el agua es de cielo
que llega danzando
hasta las gramillas?
A la orilla del río
dos vidas solas
que se abrazan.
Solos, solos, quedaron
cerca del rancho.
La madre fue por algo.
El mundo era una crecida
nocturna.
¿Por qué el hambre y las piedras
y las palabras duras?
Y había enredaderas
que se miraban,
y sombras de sauces,
que se iban,
y ramas que quedaban…
Solos de pronto, solos,
ante la extraña noche
que subía y los rodeaba:
del vago, del profundo
terror igual,
surgió el desesperado
anhelo de un calor
que los flotara.
A la orilla del río
dos soledades puras
confundidas
sobre una isla efímera
de amor desesperado.
El animal temblaba.
¿De qué alegría
temblaba?
El niño casi lloraba.
¿De qué alegría
casi lloraba?
A la orilla del río
un niño solo
con su perro.



Juan L. Ortiz
De"Alta marea y otros poemas" (Antología) - Ed. CEAL – 1983




Foto Juan L. extraída de: mulablanca.com

Foto paisaje: Vap

miércoles, 29 de julio de 2015

Juan Ruiz




Aristóteles dijo

Aristóteles dijo, y es cosa verdadera,
que el hombre por dos cosas trabaja: la primera,
por el sustentamiento, y la segunda era
por conseguir unión con hembra placentera.

Si lo dijera yo, se podría tachar,
mas lo dice un filósofo, no se me ha de culpar.
De lo que dice el sabio no debemos dudar,
pues con hechos se prueba su sabio razonar.

Que dice verdad el sabio claramente se prueba;
hombres, aves y bestias, todo animal de cueva
desea, por natura, siempre compaña nueva
y mucho más el hombre que otro ser que se mueva.

Digo que más el hombre, pues otras criaturas
tan sólo en una época se juntan, por natura;
el hombre, en todo tiempo, sin seso y sin mesura,
siempre que quiere y puede hacer esa locura.

Prefiere el fuego estar guardado entre ceniza,
pues antes se consume cuanto más se le atiza;
el hombre, cuando peca, bien ve que se desliza,
mas por naturaleza, en el mal profundiza.

Yo, como soy humano y, por tal, pecador,
sentí por las mujeres, a veces, gran amor.
Que probemos las cosas no siempre es lo peor;
el bien y el mal sabed y escoged lo mejor.



Juan Ruiz (Arcipestre de Hita)
Alcalá de Henares, Madrid (1284-1351)


Música e interpretación: Paco Ibañez  en "A flor de tiempo" 1978

sábado, 25 de julio de 2015

Wislawa Szymborska




Visto desde arriba


Sobre un sendero yace un escarabajo muerto.
Ha doblado con cuidado sus tres pares de patitas sobre el vientre.
En lugar del caos de la muerte –orden y esmero.
El horror de esta imagen es moderado,
el alcance estrictamente local, entre la grama y la menta.
La tristeza no contamina.
El cielo es azul.

Para nuestra tranquilidad su muerte es más superficial,
los animales no fallecen, simplemente, se mueren
perdiendo –queremos creerlo—menos sentimiento y menos mundo,
al abandonar –pensamos—un escenario menos trágico.
Sus ánimas sumisas no nos asustan de noche,
respetan la distancia, saben qué es el rigor.

Y aquí está sobre el sendero el escarabajo muerto,
en un estado no lamentable brilla el sol.
Da lo mismo pensar en él o mirarle:
no parece que le haya pasado nada importante.
Lo importante, dicen, sólo está unido a nosotros.
Sólo a nuestra vida, sólo a nuestra muerte,
la muerte que se regocija de su forzada primacía.



Wislawa Szymborska
Polonia (1923 – 2012)

Traducción de Elzbieta Bortkiewicz

Fotografía: www.teinteresa.es

lunes, 20 de julio de 2015

Leo Maslíah





Biromes y servilletas


En Montevideo hay poetas poetas poetas
que sin bombos ni trompetas trompetas trompetas
van saliendo de recónditos altillos altillos altillos
de paredes de silencios de redonda con puntillo.

Salen de agujeros mal tapados tapados tapados
y proyectos no alcanzados cansados cansados
que regresan en fantasmas de colores colores colores
a pintarte las ojeras y pedirte que no llores.

Tienen ilusiones compartidas partidas partidas
pesadillas adheridas heridas heridas
caeras de palabras confundidas fundidas fundidas
a su triste paso lento por las calles y avenidas.

No pretenden glorias ni laureles, laureles, laureles
solo pasan a papeles, papeles, papeles,
experiencias totalmente personales, zonales, zonales
elementos muy parciales que juntados no son tales.

Hablan de la aurora hasta cansarse, cansarse, cansarse
sin tener miedo a plagiarse, plagiarse, plagiarse
nada de eso importa ya mientras escriban, escriban, escriban
su manía su locura su neurosis obsesiva.

Andan por las calles los poetas poetas poetas
como si fueran cometas, cometas, cometas
en un denso cielo de metal fundido, fundido, fundido
impenetrable, desastroso, lamentable y aburrido.

En Montevideo hay biromes, biromes, biromes
desangradas en renglones, renglones, renglones
de palabras retorciéndose confusas, confusas, confusas
en delgadas servilletas como alcohólicas reclusas.

Andan por las calles escribiendo y viendo y viendo
lo que ven lo van diciendo y siendo y siendo
ellos poetas a la vez que se pasean, pasean, pasean
van contando lo que ven, y lo que no, lo fantasean.

Miran para el cielo los poetas, poetas, poetas
como si fueran saetas, saetas, saetas
arrojadas al espacio que un rodeo, rodeo, rodeo
hiciera regresar para clavarlas en Montevideo



Leo Maslíah
Nacio en Montevideo, Uruguay en 1954, músico, compositor y escritor.

martes, 14 de julio de 2015

Miguel Hernández








Hijos de la luz y de la sombra

I

(Hijo de la sombra)

Eres la noche, esposa: la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.

Forjado por el día, mi corazón que quema
lleva su gran pisada de sol a donde quieres,
con un solar impulso, con una luz suprema,
cumbre de las mañanas y los atardeceres.

Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoge,
incendia mi osamenta con un escalofrío.

El aire de la noche desordena tus pechos,
y desordena y vuelca los cuerpos con su choque.
Como una tempestad de enloquecidos lechos,
eclipsa las parejas, las hace un solo bloque.

La noche se ha encendido como una sorda hoguera
de llamas minerales y oscuras embestidas.
Y alrededor la sombra late como si fuera
las almas de los pozos y el vino difundidas.

Ya la sombra es el nido cerrado, incandescente,
la visible ceguera puesta sobre quien ama;
ya provoca el abrazo cerrado, ciegamente,
ya recoge en sus cuevas cuanto la luz derrama.

La sombra pide, exige seres que se entrelacen,
besos que la constelen de relámpagos largos,
bocas embravecidas, batidas, que atenacen,
arrullos que hagan música de sus mudos letargos.

Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta,
tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida.
Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta,
con todo el firmamento, la tierra estremecida.

El hijo está en la sombra que acumula luceros,
amor, tuétano, luna, claras oscuridades.
Brota de sus perezas y de sus agujeros,
y de sus solitarias y apagadas ciudades.

El hijo está en la sombra: de la sombra ha surtido,
y a su origen infunden los astros una siembra,
un zumo lácteo, un flujo de cálido latido,
que ha de obligar sus huesos al sueño y a la hembra.

Moviendo está la sombra sus fuerzas siderales,
tendiendo está la sombra su constelada umbría,
volcando las parejas y haciéndolas nupciales.
Tú eres la noche, esposa. Yo soy el mediodía.

II

(Hijo de la luz)

Tú eres el alba, esposa: la principal penumbra,
recibes entornadas las horas de tu frente.
Decidido al fulgor, pero entornado, alumbra
tu cuerpo. Tus entrañas forjan el sol naciente.

Centro de claridades, la gran hora te espera
en el umbral de un fuego que el fuego mismo abrasa:
te espero yo, inclinado como el trigo a la era,
colocando en el centro de la luz nuestra casa.

La noche desprendida de los pozos oscuros,
se sumerge en los pozos donde ha echado raíces.
Y tú te abres al parto luminoso, entre muros
que se rasgan contigo como pétreas matrices.

La gran hora del parto, la más rotunda hora:
estallan los relojes sintiendo tu alarido,
se abren todas las puertas del mundo, de la aurora,
y el sol nace en tu vientre donde encontró su nido.

El hijo fue primero sombra y ropa cosida
por tu corazón hondo desde tus hondas manos.
Con sombras y con ropas anticipó su vida,
con sombras y con ropas de gérmenes humanos.

Las sombras y las ropas sin población, desiertas,
se han poblado de un niño sonoro, un movimiento,
que en nuestra casa pone de par en par las puertas,
y ocupa en ella a gritos el luminoso asiento.

¡Ay, la vida: qué hermoso penar tan moribundo!
Sombras y ropas trajo la del hijo que nombras.
Sombras y ropas llevan los hombres por el mundo.
Y todos dejan siempre sombras: ropas y sombras.

Hijo del alba eres, hijo del mediodía.
Y ha de quedar de ti luces en todo impuestas,
mientras tu madre y yo vamos a la agonía,
dormidos y despiertos con el amor a cuestas.

Hablo y el corazón me sale en el aliento.
Si no hablara lo mucho que quiero me ahogaría.
Con espliego y resinas perfumo tu aposento.
Tú eres el alba, esposa.  Yo soy el mediodía.

III

(Hijo de la luz y de la sombra)

Tejidos en el alba, grabados, dos panales
no pueden detener la miel en los pezones.
Tus pechos en el alba: maternos manantiales,
luchan y se atropellan con blancas efusiones.

Se han desbordado, esposa, lunarmente tus venas,
hasta inundar la casa que tu sabor rezuma.
Y es como si brotaras de un pueblo de colmenas,
tú toda una colmena de leche con espuma.

Es como si tu sangre fuera dulzura toda,
laboriosas abejas filtradas por tus poros.
Oigo un clamor de leche, de inundación, de boda
junto a ti, recorrida por caudales sonoros.

Caudalosa mujer, en tu vientre me entierro.
Tu caudaloso vientre será mi sepultura.
Si quemaran mis huesos con la llama del hierro,
verían qué grabada llevo allí tu figura.

Para siempre fundidos en el hijo quedamos:
fundidos como anhelan nuestras ansias voraces:
en un ramo de tiempo, de sangre, los dos ramos,
en un haz de caricias, de pelo, los dos haces.

Los muertos, con un fuego congelado que abrasa,
laten junto a los vivos de una manera terca.
Viene a ocupar el hijo los campos y la casa
que tú y yo abandonamos quedándonos muy cerca.

Haremos de este hijo generador sustento,
y hará de nuestra carne materia decisiva:
donde sienten su alma las manos y el aliento,
las hélices circulen, la agricultura viva.

Él hará que esta vida no caiga derribada,
pedazo desprendido de nuestros dos pedazos,
que de nuestras dos bocas hará una sola espada
y dos brazos eternos de nuestros cuatro brazos.

No te quiero a ti sola: te quiero en tu ascendencia
y en cuanto de tu vientre descenderá mañana.
Porque la especie humana me han dado por herencia,
la familia del hijo será la especie humana.

Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos,
seguiremos besándonos en el hijo profundo.
Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos,
se besan los primeros pobladores del mundo.



Miguel Hernández 
España (1910-1942)


Música: Joan Manuel Serrat

viernes, 10 de julio de 2015

Daniel Quintero




Anécdota


Y le sacó
al imperio de sus conclusiones toda la distancia,
el miedo de niña, el color precipitado.
Al amparo inusual de una historia espesa
besé oscuro en sus ojos todas las miradas
y con el destello próximo de un ataque de ternura
no hubo más remedio que declarar la mañana
zona de desastre



Descrédito


Te ofrendo este niño adentro,
mitad poesía, mitad fábula corsaria;
de esa misma inocencia
con la que están hechos el salto y el abismo.



Geografía


Hasta el hueso
va a llegar la soledad en esta tarde,
se hará veneno la manía
de hundirse en todo el silencio
y será refugio arrepentirse
acaso la traición sin asco
que decís te ofrendo.



Daniel Quintero
De "Inusual"   -  Parque Chas Ediciones, colección El rey tuerto. (2013)



Argentino, Buenos Aires, 1959.


Obra: Surrealismo erótico - Alva Bernardine


Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com