martes, 23 de octubre de 2012

Silvio Rodríguez Domínguez



Bolero y Habaneras


Tú la perdiste pero aquí se queda.
Al fin y al cabo está con un obrero.
Conozco un caso que me da más pena:
una muchacha de por el cotorro
por una chapa acheta, en febrero,
torció camino y se perdió del Morro.

En todo caso las sabrás presente,
latiendo aún para las nobles cosas
y no partida y con el alma inerte.
Lo que te falta te abandona menos,
sólo mudó de cuidador la rosa,
no se trocó la flor por el dinero.

Quien hace altar de la ganancia, pierde
la condición, la latitud, el puesto,
y pierde amor, pues la codicia muerde
jamás en yo y siempre allá en el resto.

Por otra parte, detener amores
es pretender parar el universo.
Quien lleva amor asume sus dolores
y no lo para el sol ni su reverso.

Tú la perdiste pero aquí se queda.
Al fin y al cabo está con un obrero.
Conozco un caso que me da más pena:
una muchacha de por el cotorro
por una chapa acheta en febrero,
torció camino y se perdió del Morro.

Vaya con suerte quien se cree astuto
porque ha logrado acumular objetos.
Pobre mortal que, desalmado y bruto,
perdió el amor y se perdió el respeto.

Por otra parte detener amores
es pretender parar el universo.
Quien lleva amor asume sus dolores
y no lo para el sol ni su reverso.

En todo caso las sabrás presente,
latiendo aún para las nobles cosas
y no partida y con el alma inerte.
Lo que te falta te abandona menos,
sólo mudó de cuidador la rosa,
no se trocó la flor por el dinero.



Silvio Rodríguez Domínguez
De "Oh melancolía" (1988)
(1946) Nació en San Antonio de los Baños, Cuba. Cantautor, guitarrista y poeta cubano, exponente característico de la música de su país surgida con la Revolución cubana, conocida como la Nueva Trova Cubana.

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Poesía del Mondongo

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