A pesar de estos días
Amigo muerto. En el ignorado sótano
maduran los verdugos su especie nauseabunda.
El pueblo vendado; levantadas mordazas
sobresaliendo alcantarillas. Una tímida lumbre
toca la piel inerme del rencor.
Con un poco más de agobio: ¿la noche
tendía bastante para irse? Pero no. Todo
está quieto igualando
el corazón de la víctima
Aunque los días castiguen
inocencias y concluyentes, pasen
como lápidas, de ellas no borrarán
las fuentes germinadoras
del Aliento, estas palabras
que repican en el aire irreversible:
"Por nosotros, por la perdurable victoria."
Héctor Rosales
De "Visiones y agonías" (Barcelona, 1979, 2ª ed. corregida y aumentada, New Jersey, 2000).
Nació en Montevideo (Uruguay), 1958.
Está radicado en Barcelona desde 1979.
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