viernes, 17 de septiembre de 2010

León Gieco

Claudio Lepratti "Pocho"




El Ángel de la Bicicleta

Cambiamos ojos por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos
Sacamos cuerpo, pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja
Por las esquinas del barrio, por calles
Por las paredes de baños y cárceles
¡bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo!
Cambiamos fe por lágrimas
Con qué libro se educó esta bestia
Con saña y sin alma
Dejamos ir a un ángel
Y nos queda esta mierda
Que nos mata sin importarle
De dónde venimos, qué hacemos, qué pensamos
Si somos obreros, curas o médicos
¡bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo!
Cambiamos buenas por malas
Y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata
Felicidad por llanto
Ni la vida ni la muerte se rinden
Con sus cunas y sus cruces
Voy a cubrir tu lucha más que con flores
Voy a cuidar de tu bondad más que con plegarias
¡bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo!
Cambiamos ojos por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos
Sacamos cuerpo, pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja
Por las esquinas del barrio, por calles
Por las paredes de baños y cárceles
¡bajen las armas
Que aquí solo hay pibes comiendo!


Letra y música: León Gieco



Claudio Lepratti

"El ángel de la bicicleta" es la historia de Claudio Lepratti, alias "Pocho".Pocho era un muchacho de 35 años que vivía en el barrio Ludueña, sirviendo a la gente como integrante de la comunidad salesiana. Pocho trabajaba en una escuelita de bajos recursos de Rosario, colaborando con un comedor infantil. Su característica era que se movilizaba en su bicicleta y que siempre estaba dispuesto a ayudar a su prójimo.Claudio ―Pocho para todos sus amigos― era 'un pacífico, comprometido con el barrio; el sueldo que sacaba en la escuela lo ponía a disponibilidad de la gente de la villa que lo necesitaba', cuenta, con marcada tristeza, el padre Néstor Gastaldi."El ángel de la bicicleta, le decíamos, porque andaba en su bicicleta, estaba enterándose y buscando la ayuda para cada familia", recuerda el padre Gastaldi. En diciembre del 2001, en medio de la situación sociopolítica que vivía la Argentina, fue asesinado de un balazo en la garganta, mientras le pedía a la policía que no disparase contra el comedor donde él colaboraba, ya que adentro había chicos comiendo. Después de aquel asesinato, por las calles de Rosario se ven las pintadas con una bicicleta alada, recordando a "Pocho".

Fuente: http://aquelloquenoves.blogspot.com

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Poesía del Mondongo

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