ANIMAS
A Anibal Alfaro
Un silbido largo,
haraposo, final,
le hace un tajo a la tarde.
Alguien dice: "son ánimas".
Y el niño que oye todo
sabe que el día que resta
colgará boca abajo
desinflándose
como una camisa en la soga de la ropa,
que no caerá la noche en la ciudad
hasta que se sepa
el nombre de ese muerto
que vino a desterrarnos.
No hay sutura
de
tiempo
en
tiempo.
Los hombres no se alarman. A veces
pasan por aquí
bandadas de otro mundo.
EL HUESPED
A Pilar Becerra
No puede salir
sin herirse
de las indefensas nubes.
Los amigos le dejan un rincón,
que haga noche en su pantano
como un muerto al que le dura
un agua enferma
y él arranca ramas de su desiquilibrio
construye un cubil
hasta que vuelva el día
y le vengue los ojos.
Mientras la oscuridad lo cicatriza
fuera
sólo
lo inhumano amanece.
HOMBRE EN EL UMBRAL
A Edmundo del Cerro
Empantanado en su propio pelo
desnudo en sus cinco pantalones
grasoso
comido por sus dientes
hundido en el umbral
tiene un solo recuerdo.
La vida pasa
sólo él
nace y nace
y no sale
nace y nace
y no entra.
Leopoldo Castilla
De "NUNCA" - Ediciones Último Reino (2001)
Primer Premio de Poesía, Fondo Nacional de las Artes 2000
Nació en Salta, 1947.
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