viernes, 21 de octubre de 2016
Edgar Bayley
EL POETA POLÍTICO
El poeta era también político. Se interesaba por los problemas pequeños y grandes de las gentes y era capaz de encontrar y aplicar soluciones. Su generosidad era eficiente. Podía sostener una empresa. Podía dominar los pequeños detalles. Podía enunciar, exponer. Su elocuencia había superado la impostura, y entre las gentes sencillas y buenas el poeta político había logrado ser uno más. pero, si el poeta, más allá de la palabra, atendía a las cosas del mundo, sintiéndose simplemente vivir también sentía la urgencia de la palabra misma. También experimentaba la necesidad de demorarse, de interrumpir la fluencia entre el mundo y él. Entonces el poeta empezaba a hablar para sí mismo en un intento de hablar mejor, más hondo, a todos los hombres. Y perdía su voz y rompía su instrumento. Así era, así será siempre.
MILAGROS DE LA POBREZA
Mi amigo Isaías necesitaba un empleo. Entonces publicó un aviso: Joven decidido, entusiasta, aptitudes. Teléfono... Nadie podía así precisar si se trataba de una solicitud o de una oferta de empleo. Y llovieron los pedidos: casos realmente conmovedores. Postergaciones inexplicables. Jóvenes aptos, llenos de posibilidades, que por un motivo u otro habían sido olvidados. El no podía ciertamente ofrecerles el empleo que necesitaban, pero al menos, podía responder sus cartas, calmar algunas de sus inquietudes, darles algunas esperanzas. Y en eso pasó Isaías todo el tiempo de su juventud que hubiese debido destinar a labrarse una situación.
Edgar Bayley
De "Obra poética" - Corregidor (Primera edición 1976)
(1919-1990) Argentino. Poeta
Obra: Pablo Picasso (extraído de Internet)
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Poesía del Mondongo
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Email: fernando1954@gmail.com
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