Por mas piedras que maltrate este pie
camina hacia tu casa
una y otra vez
mis rodillas conocen lo rugoso de tu calle
mi porfía me obstina frente a vos
sin embargo
tu pedestal de madera te separa de mis huesos
quisiera que bajes a dormir a mi costado
que veas mi ojo izquierdo
quiero que mis noches suban por tu vientre
y te levantes después cada mañana
que la anestesia te corroa como a mí
que no te apiades durante todo un día
que no mires para abajo cuando tiran de tu sayo
y te salves cada noche frente a un plato de comida
que te animes a vivir en esta tierra
como yo
que te hagas humano necesito
que la mortalidad de tus jugos te acompañen
pero que estés en la tierra
mientras tanto
CINCO
ahí donde no estás
como la llaga que crece de su carne
es tu presencia
¿será esto una venganza o sos simplemente una baldosa floja?
¿qué de judas hay en vos?
¿que desquite en mí tu soledad
/ ese barrilete coleando en la vía láctea?
¿amaneciste escarbándote el alma alguna vez?
¿latió tu corazón por la crueldad de un instante ?
al costado del riachuelo el aceite no vidrió tus ojos
te sometió tu revancha
la envidia por mis naufragios
por mis dioses y creadores
la ferocidad del incesto tapiado
la urgencia de mis talones
te resta lo que queda de mí
lo que no murió en cada muerte
ni aquello que no pudo nacer
el probarte nombres y sobretodos
es tu última salida
a ver si en una de esas haces sombra
y te das el gusto
Amalia Pérez
De "Sapo que no se traga" (Monólogos) Ediciones El Mono Armado 2011
Argentina, nació en Lomas de Zamora.
Ellos son malos
egoístas
perversos
antisemitas
antinegros
superficiales
ignorantes
ahorrativos
insidiosos
cuenteros
solitarios
repulsivos
calculadores
fusiladores
propietarios
sarcásticos
mentirosos
sensuales
respetan los símbolos
pegan a los hijos
pegan a los hambrientos
pegan a los inseguros
pegan
a los versificadores
a los prosistas
acumuladores
escribanos
turistas
son y lo cuidan
son y no mueren
son y son viejos.
Saben calcular
saben lo que les espera
saben leer
saben pagar
saben.
Mienten a las esposas
mienten al fisco
mienten a los hijos
mienten a las amantes
mienten al médico
mienten.
Temen a la muerte
en el hospital
en la cama
en el satélite
en las películas
temen la poliomielitis
temen al ajedrez
temen que ocurra lo que no esperan
temen.
Ellos son
ministros
jefes de policía
masculinos femeninos
ebrios a las seis
solitarios
malos
egoístas
ambiciosos
ignorantes
odian a los inquietos
a los inseguros
a los que dudan
a los que pegan fuerte
a los que no pagan
a los que no siguen
a los que no quieren
a los que leen
a los que dudan
no son dóciles
la horca
no son canallas, fusilarlos
no son carneros, expulsarlos
no son propietarios, expulsarlos
no son incondicionales, expulsarlos
no son solitarios, aislarlos.
Ellos sobornan
televisión
revistas
diarios
cigarrillos
cocaína
preservativos
comidas
sueños de viajes.
Ellos sobornan
mantienen bebidas
mujeres
vinos
y canto
pagan
Viena
pagan
técnicas sexuales de amor incondicional
pagan
las experiencias.
Compañeros: ellos mueren
no quieren morir
morirán igual
lo digo yo
quién soy yo
en esta época de la
decadencia absoluta
del capitalismo
financiero imperialista
lo digo yo
que tengo un poema
completo preparado
sobre lo que somos nosotros
en esta época
del capitalismo
agonizante
decrépito
agonizante
lo digo yo y basta
soy responsable únicamente
ante mí
ante mi mujer que quiero
ante mis hijos
por quienes tiemblo
ante mis amigos
unos notables adolescentes crecidos
que son rebeldes
porque el mundo no les gusta
en cuanto les guste
firmarán mi orden de ostracismo
soy responsable ante el
almacenero
a la vez bolichero
descendiente directo de los antiguos bolicheros que expendían
el alcohol cuando Juan Moreira, Martín Fierro, José
Hernández, Federico Wernicke, podían caer en cualquier
momento de sorpresa
ante el estado federal comunal provincial
ante el crepúsculo
que no sé bien por qué me persigue.
Responsabilidad
ante las mujeres que amé
y nunca se enteraron
las que se enteraron
y me rechazaron
las que vivieron conmigo
las que me acunaron
las que me delataron
las que me quisieron.
Pero sepan yo no como más
no bebo más
no lloro más
no espero más
no grito más
no lamento más
no quejo más
no más
bebo más
bebo más
bebo más.
Luis Luchi
Argentino (1921 – 2000)
Exilado en Barcelona desde 1976, murió en esa ciudad en octubre de 2000. En vida nunca obtuvo más premio y reconocimiento que el de sus lectores e innumerables amigos.
El pueblo es mío en bicicleta.
Las orejas se tiran para atrás.
Puedo inventar el viento si pedaleo.
Cuando llueve ando más fuerte y la lluvia me escribe telegramas
húmedos.
Me dibuja en el cuerpo un mapa.
Se parece al de mi pueblo
pero es infinitamente mayor.
Roberta Iannamico
Argentina – 1972
De: Poetas 2 – Autores argentinos de fin de siglo
Ed. Desde la Gente – 1999
En 1997 sobresalió en dos certámenes: el Primer Concurso Hispanoamericano de Poesía, organizado por la revista Vox, y el Concurso Nacional de Poesía Miguel Ángel Bustos, Roberto Santoro y Francisco Urondo.
Poesía publicada: El zorro gris, el zorro blanco, el zorro colorado, Ed. Vox. 1997; Mamushkas, Ed. Vox 1999; Tendal, Ed. Del Diego, 2000; El collar de fideos, Ed. Vox 2001; Muchos poemas, Ed. “Voy a salir y si me hiere un rayo”. Y las plaquetas: Celeste perfecto, Ed. Crudo 2005; Dantesco, Ed. Vox 2006
Tengo tiempo
para saber si lo que sueño
concluye en algo
No te apures ya más, loco
porque es entonces cuando las horas
bajan, el día es vidrio sin sol
bajan, la noche te oculta la voz
y además vos querés sol
despacio también podés hallar la luna
Viejo roble del camino
Tus hojas siempre se agitan algo
Nena nena
que bien te ves
cuando en tus ojos no importa si las horas
bajan, el día se sienta a morir
bajan la noche se nubla sin fin
y además vos sos el sol
despacio también podés ser la luna
Luis Alberto Spinetta
De "Artaud" 1973
Argentino (1950 – 2012) Poeta, músico y compositor.
Y AHORA con ustedes
Nuestra Sección Preguntas y Respuestas
- Señor Cristo de Elqui
qué opinión le merece la Democracia Cristiana
- No tengo nada contra la Democracia Cristiana
a condición de que no exagere la nota
- Qué piensa usted de los concursos literarios
- La competencia no resuelve nada
pues no somos caballos de carrera
los condeno de todo corazón
en esto sí que soy intransigente
- Señor Cristo de Elqui
qué recomienda usted
autoritarismo o libre albedrío
- No sé que responderle: en verdad en verdad
Autoritarismo es sinónimo de represión
- Qué porvenir le ve a la Revolución Cubana
- Caperucita Roja triunfará
- Señor Cristo de Elqui
tiene usted alguna opinión
acerca del escabroso tema de las perversiones sexuales?
- No tengo nada contra las perversiones sexuales
a condición de que no se exagere la nota
claro que yo propugno el amor platónico
- Nos podría aclarar ese concepto?
- El amor platónico llega hasta el beso en la frente
lo demás es trabajo del Demonio
- Qué piensa usted de los bailes de máscaras
- No tengo nada contra los bailes de máscaras
a condición de que no se exagere la nota
nada contra la fiesta de la primavera
que cada cual se divierta a su modo
a condición de que nos demos cuenta
de la fugacidad de todo esto
de la precariedad de todo esto
de la irrealidad de todo esto.
XXXVI
YO NO sé que pretenden estos señores
¿alguien va a querer a sentar a su mesa
a un vagabundo sucio y andrajoso
para que no lo tilden de momio?
¿o compartir el tálamo nupcial?
¡el 32 de diciembre de mil novecientos nunca!
eso yo no lo llamo socialismo
promiscuidad es el nombre que tiene
mucho cuidado con el concepto de socialismo
socializar todo lo socializable perfecto
pero no vamos a socializar el W.C.
sería como poner varios cadáveres en un ataúd
en ese caso todos a la fosa común
y se acabaron los mausoleos de lujo
si realmente fueran socialistas
un monumento para cada mortal
o ningún monumento para nadie
Nicanor Parra
de "Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui" (1979)
Nació en 1914, San Fabián de Alico, cerca de Chillán. Chile
Imagen extraída de: http://www.nicanorparra.uchile.cl/fotos/index.html
ÁNGEL CUSTODIANDOUN MURO
"Los que aún no pasaron
que alejen su sombra de este muro,
y los que ya pasaron y la arrojaron aquí,
que vuelvan a arrancarla y se la echen al hombro.
Y cuidado con la huella de los días futuros,
engañosamente amable,
miserablemente ramera.
Rostro del ausente, aquí no se detenga
y siga su camino
que otra piedra ha de encontrar
donde imprimir su boca sin contorno
hasta el alba
yo custodiaré la pureza de ese muro,
más blanco que mi túnica"
(cansado de velar, el ángel se adormece
arrebujado en su propia transparencia.
Su sien golpea la tierra. En su cabeza de ángel
se filtra un sueño terrestre. Es un sueño que
proyecta sombra.
La sombra del sueño del ángel mancha el muro.
El sueño del ángel asesina al muro.) Dora Hoffmann
De "Los habitantes de la memoria" (1975)
Nació en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos.
Publicó dos poemarios: “Los habitantes de la memoria” (1975) y “Cuaderno de viaje” (1977). Póstumamente, en marzo de 1981, apareció su libro “La casa y otras ausencias”.
Dame la sombra de tu mano,
bajáme una estrella,
un estribo
donde poder hacer pie
y descansar por unos años
mi cuerpo.
Dame la sombra de tu mano,
guardate la tristeza
ya llevo la mía, no ves?
en mis ojos
donde tengo un dolor
de hace mucho, lo sé.
Dame la sombra de tu mano,
la flor que cuelga
de tu rama inquebrantable
por donde pasa la luz
y gotea la lluvia
y se vuelca el viento
y se queda la primavera.
Siempre, abajo
pasa el camino, siempre
abajo, muy abajo, vivimos nosotros.
Dónde estabas ese día
en que algo tuyo se moría en el alma?
dónde pusiste tus ojos?
desde entonces falta una luz
en nuestras casas de cinc
y sobra un lugar en nuestras mesas
de hule
pero ellos no han conseguido
matarte aún en el recuerdo
y cada tanto vuelven a buscarte
en nuestros corazones
escarbando con sus sables
y al no encontrarte
gritan y se muerden.
Dame la sombra de tu mano,
poneme un canto allí
donde el canto del mirlo
agotó la mañana,
mis mañanas?
cardos mis manos
donde dejás
las mariposas de tu pelo,
árboles tendido
el bosque todo.
Dame la sombra de tu mano,
soltá tus pétalos
sobre la tierra plateada
allí donde ellos
se cansan de buscarte
dame tu mano en flor
prendida a mi camisa
subí hasta mi espalda
quedate ahí.
Nos falta un fuego,
una pala
para ese fuego,
nos está faltando todo
desde que no hay justicia;
creo que fue un invierno
en que nuestros hijos
salieron de casa
y no los hemos vuelto a ver;
desde entonces los buscamos
en tu jardín.
Dame la flor de tu mano,
la sombra buena,
que no me pregunten
tu nombre.
Carlos Kuraiem
Del libro Carlos Kuraiem: obra literaria y poética.
Es poeta, escritor y músico.
Los libros somos nosotros.
Kuraiem
¿De dónde nace esta voz? De qué rayo llega la fuerza inspiradora de los versos en rama que ofrenda el Poeta, hasta quedar despojado de todo resguardo, en un canto elegíaco que agita hasta trocarlo en plegaria. Cada racimo se extiende en una súplica ansiosa trepando las soledades. Avanza, incontenible, con su luz el poema, volviéndose amparo contra el dolor que nos acosa de este lado de la muerte, como si a su puño acudiera la sangre de todos los poetas y en su sufrimiento se concentraran los pesares de la humanidad. “La poesía es inherente a Carlos Kuraiem, y tan ineludible como la realidad misma. Como charla o silencio de amigos eso que nunca muere, ni aún después de nosotros”.
Si una sola palabra puede provocar el milagro o el caos, su potencialidad es infinita e inapresable cuando se ramifica en versos que llegan desnudos de toda referencialidad y sacude con los enigmas a los que el autor – jugador habilidoso y esquivo- recurre para desafiar, desde expresiones simples y cotidianas, a correr el velo de su misteriosa lírica. De ella manan las voces de antiguos sabios y filósofos, el compromiso social y político de Hernández, la bohemia y el desaliento de Rilke, el humanismo de Whitman y de tantos otros clásicos que por su insaciable avidez de lector nutrieron su original capacidad de trasgredir el lenguaje y penetrar las armaduras de la indiferencia.
No es azarosa la expresión de quien calificara a “La Rama Inquebrantable” como un poema para toda una era, y que su nombre, que no se dice, está escrito en las líneas de la vida. Kuraiem percibe, descifra el misterio, nos enseña a escuchar y a interpretar sus enunciados guiando con delicadeza al espíritu en la búsqueda del mensaje que nos liga, tanto en las ilusiones como en las carencias, proclamando en su ruego la necesidad del consuelo ante el desamor o la injusticia, la irremediable ausencia, la impotencia ante lo inexorable
Esto sucede con La Rama Inquebrantable: a quien roza, transforma, lo involucra, lo hace parte. Lo toma desde la raíz para elevarlo a otras dimensiones donde para ver, a veces es preciso cerrar los ojos, desde una polisemia que abre de gajos los tópicos a tal altura, que se hace inalcanzable abarcarla en toda su amplitud para el análisis, libre de todo encasillamiento. Inquebrantable por fidelidad a su esencia poética, ella puede sostener a quien la requiera, extender la fronda de su mano maternal para aliviar la congoja de la víctima o de un ramalazo azotar al verdugo.
En distintos soportes y escenarios esta obra se vale por sí misma para transmitir la universalidad de las banderas que despliega, con absoluta independencia de geografías y calendarios (idiosincrasias). Es ella quien busca y encuentra a sus destinatarios otorgando sus dones a quien la reconoce. Llega a los corazones puros sin discriminar edad o nivel de instrucción.
Bajo el follaje de sus versos una mujer de la comunidad Com Caiá, del Campo San José, propone el trueque de aprender “al menos unas pocas letras”, las necesarias para no morirse sin saber escribir su nombre, y nos enseña a pronunciar en mocoví que todos somos gajos de esta misma rama, renovada savia en cada idioma que atraviesa. Mientras otra mujer vibra con este poema de amor que la invita a salir otra vez a la calle para que alguien le cuente los nombres de los árboles que según ella nunca aprendió, o quizás olvidó; decidida a ganarse de memoria cada verso, La rama inquebrantable, una hoja abierta sobre su almohada, baja el estribo para que ella descanse su cuerpo confirmando que este poema sin rebusques anima y alivia.
En su tronco hay vestigios de luchas obreras y campesinas, se delatan abandonos, postergaciones, abusos. Anónimas manos tienden desde la publicación modesta de una fotocopia la sombra de otras que rubrican identidades en la lectura serena, íntima y una primavera de rostros rescatados del olvido, florecen al ser evocados en la meditación profunda, o en las manifestaciones populares donde la poesía presenta batalla porque en ella se encuentra: “la mujer antigua y moderna, hija y madre, bella y oscura, jamás olvidada en los ojos de aquel que ama la palabra y la difunde”.
El poema es una metáfora que alude a la historia universal de la mujer, desde la mirada masculina ubicando humildemente en su regazo las mismas debilidades, reivindicando –sin alardes, sensiblerías o golpes bajos- la igualdad de género.
No es raro que en una acción concertada este poema escrito en 1984, en un ejercicio de escritura automática, según cuenta su autor, se multiplicara en hojas volantes para ser compartido en Actos y Plazas del país el 8 de marzo con consignas alusivas al Día Internacional de la Mujer, que programas de radios de distintos países reprodujeran el audio en la voz de su autor y que los organizadores del Festival Internacional Grito de Mujer, convocaran a Kuraiem a leerlo en el El Casal de Catalunya, en Buenos aires.
Es Ella, es La Rama Inquebrantable, “liviana, alada, sagrada”, quien sale abriéndose generosa para crear una atmósfera que envuelve a todos, como si el bálsamo de su esencia cubriera el auditorio, y un encantamiento o un hechizo bajara desde algún lugar para enraizarnos, cautivarnos hasta que escuchemos su elegía. Hasta que ese canto doloroso nos duela.
¿De dónde nace esta voz? De dónde la fuerza para ofrecerse tan pródiga en flores que no agotan su néctar? Desconociendo toda avaricia, el Poeta entrega frutos que perduran en el tiempo aunque sirvan sus versos en manteles negros. La “Rama inquebrantable”, tiene una fuerza misteriosa. Raíces hacia adentro nos guarda, gajos hacia arriba nos expande. La voz del poema tiene la fuerza del rayo: ilumina y quema.
Hoy bailaré
Hasta que se conviertan en polvo mis pies,
Aunque se cuelgue con sus garras de mi piel,
Todo este mundo de sol y sombras.
Hoy bailaré
Aunque no quieras ya de mí saber,
Quizás otra boca roja encontraré,
Para poder ver las estrellas.
Hoy bailaré,
Descansará mi alma al amanecer,
Sin preocuparme en dónde caer,
Sin preguntarme cuándo y porqué
La vida a veces me lastima.
Hoy bailaré
Con todos los que quieran despojarse
De este ropaje, que no hizo más que
Endurecernos como piedra.
Hoy bailaré,
Sin importarme nada, nada de ayer,
Sin pretender del mañana tener
Algún camino señalado.
Hoy bailaré,
Sin mi presente y sin pasado también,
Sin bienvenidas, sin adioses, sin ser
Alguien que a cuatro vientos diga porqué
Atrapo sueños solitarios.
Hoy bailaré
Hasta que se conviertan en polvo mis pies,
Aunque se cuelgue con sus garras de mi piel,
Todo este mundo de sol y sombras.
León Gieco
Argentino – 1951
Nació el 20 de noviembre de 1951 con el nombre de Raúl Alberto Antonio Gieco en una chacra cercana a Cañada Rosquín, en el centro de la provincia de Santa Fe. Se caracteriza por mezclar el género folclórico con el rock argentino y por las connotaciones sociales y políticas de sus canciones, a favor de los derechos humanos y la solidaridad con los marginados.
Las mujeres podemos
descargar litros de agua.
Licuarnos.
Escaparnos de todo
los vestidos
dividirnos en gotas
montones de gotas
enjuagar los pisos
de nuestras casas
sin estropajos
sin productos de las góndolas de limpieza
que son caros y abrasivos
nuestro llanto alcanza
para baldearlo todo.
. . . . . . . . . . . . . . . . .
Debo buscar un tapado,
guantes de lana
y un pulóver de cuello alto.
El amor está frío esta mañana.
. . . . . . . . . . . . . . . . .
No comprendo los signos,
Que alguien me regrese
al lenguaje de los niños
donde jugamos es jugamos
y dame es dame.