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domingo, 10 de marzo de 2019

Eduardo Galeano




Vivir sin miedo


“El miedo amenaza:
Si usted ama tendrá sida.
Si fuma tendrá cáncer.
Si respira tendrá contaminación.
Si bebe tendrá accidentes.
Si come tendrá colesterol.
Si habla tendrá desempleo.
Si camina tendrá violencia.
Si piensa tendrá angustia.
Si duda tendrá locura.
Si siente tendrá soledad...

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.

Quien no tiene miedo al hambre,
tiene miedo a la comida.

Los automovilistas tienen miedo de caminar
y los peatones tienen miedo de ser atropellados.

La democracia tiene miedo de recordar
y el lenguaje miedo de decir.

Los civiles tienen miedo a los militares,
los militares tienen miedo a la falta de armas,
las armas tienen miedo a la falta de guerras.

Es el tiempo del miedo.

Miedo de la mujer a la violencia del hombre
y miedo del hombre a la mujer sin miedo.

Miedo a los ladrones,
miedo a la policía.

Miedo a la puerta sin cerradura,
al tiempo sin relojes,
al niño sin televisión,
miedo a la noche sin pastillas para dormir
y miedo al día sin pastillas para despertar.

Miedo a la multitud,
miedo a la soledad,
miedo a lo que fue
y a lo que puede ser,
miedo de morir,
miedo de vivir…”



Eduardo Galeano
Uruguay (1940-2015) Periodista y escritor.

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lunes, 25 de febrero de 2019

Eduardo Galeano





Febrero 25

La noche kuna


El gobierno de Panamá había ordenado, por ley, la reducción a la vida civilizada de las tribus bárbaras, semibárbaras y salvajes que existen en el país.

Y su portavoz había anunciado:

—Las indias kunas nunca más se pintarán la nariz, sino las mejillas, y ya no llevarán aros en la nariz, sino en las orejas. Y ya no vestirán molas, sino vestidos civilizados.

        Y a ellas y a ellos les fue prohibida su religión y sus ceremonias, que ofendían a Dios, y su tradicional manía de gobernarse a su modo y manera.

En 1925, en la noche del día veinticinco del mes de las iguanas, los kunas pasaron a cuchillo a todos los policías que les prohibían vivir su vida.

Desde entonces, las mujeres kunas siguen llevando aros en sus narices pintadas, y siguen vistiendo sus molas, espléndido arte de una pintura que usa hilo y aguja en lugar de pincel. Y ellas y ellos siguen celebrando sus ceremonias y sus asambleas, en las dos mil islas donde defienden, por las buenas o por las malas, su reino compartido.





Febrero 26

África mía


A fines del siglo diecinueve, las potencias coloniales europeas se reunieron, en Berlín, para repartirse el África.

Fue larga y dura la pelea por el botín colonial, las selvas, los ríos, las montañas, los suelos, los subsuelos, hasta que las nuevas fronteras fueron dibujadas y en el día de hoy de 1885 se firmó, en nombre de Dios Todopoderoso, el Acta General.

Los amos europeos tuvieron el buen gusto de no mencionar el oro, los diamantes, el marfil, el petróleo, el caucho, el estaño, el cacao, el café ni el aceite de palma;

prohibieron que la esclavitud fuera llamada por su nombre;

llamaron sociedades filantrópicas a las empresas que proporcionaban carne humana al mercado mundial;

advirtieron que actuaban movidos por el deseo de favorecer el desarrollo del comercio y de la Civilización

y, por si hubiera alguna duda, aclararon que actuaban preocupados por aumentar el bienestar moral y material de las poblaciones indígenas.

Así Europa inventó el nuevo mapa del África.

Ningún africano estuvo, ni de adorno, en esa reunión cumbre.





Febrero 27

También los bancos son mortales


Todo verdor perecerá, había anunciado la Biblia.

En 1995, el Banco Barings, el más antiguo de Inglaterra, cayó en bancarrota. Una semana después, fue vendido por un precio total de una (1) libra esterlina.

Este banco había sido el brazo financiero del imperio británico.

La independencia y la deuda externa nacieron juntas en América Latina. Todos nacimos debiendo. En nuestras tierras, el Banco Barings compró países, alquiló próceres, financió guerras.

Y se creyó inmortal.





Y los días se echaron a caminar.
Y ellos, los días, nos hicieron.
Y así fuimos nacidos nosotros,
los hijos de los días,
los averiguadores,
los buscadores de la vida.
(El Génesis, según los mayas)



Eduardo Galeano
De "Los hijos de los días"  (2012) - XXI  siglo veintiuno editores


Imagen extraída: http://www.sigloxxieditores.com.ar/fichaAutor.php?idAutor=1176 






martes, 14 de septiembre de 2010

Eduardo Galeano




Caminos
Por Eduardo Galeano


Querido Stig:
Ojalá seamos dignos de tu desesperada esperanza.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.
Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.


(Palabras de agradecimiento, al recibir el premio Stig Dagerman, en Suecia, el 12 de septiembre, 2010.)

Fuente: www.página12.com.ar


Ilustración: Andrés Verderosa Moyá

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com