jueves, 30 de agosto de 2012

Rolando Revagliatti





















Amigos

A unos amigos que tengo
por los poros les brota la felicidad
las ansias de vivir
el entusiasmo

A otros amigos
un puñado de palomas les brota por los poros
también la esquizofrenia
la burla
la insatisfacción.




Interiorismo

En una de mis vidas
me consagré
al interiorismo

Sólo yo sé cuánto sufrí
abandonándome

a aquello.



Siempre fui medio zonzo

Zonzo y todo
unas cuantas cosas me salieron bien

y no sólo porque al narcisismo
le declaré la paz (armada)
sino porque

-no sin escucharlas-
asordiné mis guerras.



Rolando Revagliatti

De “Habría de abrir”

Nació en 1945 en Buenos Aires, Argentina.

(Descargar el libro en formato PDF)
http://www.revagliatti.com.ar/act0910/HabriadeAbrir.pdf  


Prólogo: "El Condicional Abriendo" por Teódulo López Meléndez
Ilustraciones: Andrés Casciani
Diseño integral y diagramación: Melisa G. Benacot
Editado en septiembre 2010


lunes, 27 de agosto de 2012

Mario Trejo















Para partir, para llegar


También aquí se quiso huir
dejarlo todo atrás
reanudar el silencio
desbaratar una copiosa primavera
pasar por alto algo más todavía

pero muchos años han pasado por este poema
con muertes y orgasmos
amores y guerras
soledad y dictadores

El tiempo es una paciencia
largamente presentida
y elástica

Ya no hay tiempo para perder
en mitos y melancolías

Ya no es tiempo de perder




Mario Trejo
(1926-2012)

De "Antología poética"
Poetas argentinos contemporáneos - Fondo Nacional de las Artes.


Obra:  Leonora Carrington - Laberinto



viernes, 24 de agosto de 2012

Marcelo Daniel Díaz




Nosotros


Era verano,
en la superficie de la familia
llovían meteoritos.
Íbamos en auto de vacaciones
y el ruido de una pinchadura
desató el temporal.
No conocía la criptonita
pero aún así era un millón de veces
más débil que Clark Kent.
Papá lloraba por teléfono,
el corazón astillado, polvo lunar
en una playa de estacionamiento.



El astronauta


En la madrugada las estrellas y las ecuaciones
tejen la red de una araña negra
que mastica los huesos de la noche.
Sobre la escuela volaba un avión comercial
que dejaba una cicatriz de humo en el cielo
y dije: “yo quiero ser Neil Amstrong”.
En el guardapolvo llevaba un mapa de ruta
para salir de la atmósfera
y dibujar otro barrio en el cosmos.
Pero los recuerdos felices funcionan
tan sólo como recuerdos felices:
ahora ensayo pasos de astronauta
para cruzar la calle.



El cometa


Una ambulancia cruzó la esquina.
Es la única estrella en el cielo
antes de que se interrumpa
la continuidad de cada cosa.
Me lo dijo el ojo convencido del enfermo
que apuntaba desde la ventanilla.
La memoria reducida
a un agónico instante de lucidez
y algunos realizan
el mismo ejercicio de rotación
sobre el manto de lo real
como si nada hubiese pasado.




Satélites


Para el ojo del astrónomo
somos pequeñas gotas que caen en la tierra
desde un cielo ladeado en sus extremos.
Y para el ojo de los seres queridos
brillan los paneles de los satélites.
No sé explicarlo: es un candado de luz
ahogando la materia oscura.





Marcelo Daniel Díaz
De "Newton y yo"   -   (Editorial Nudista. 2011)

Nació en 1981. Vive en Río Cuarto (cba). Es profesor y licenciado en letras egresado de la Universidad Nacional de esa ciudad,  colabora con la cátedra "Análisis del discurso". Participó en la antología “Es lo que hay”. Ese mismo año publicó el libro de poemas “La sombrilla de Wittgenstein” y un conjunto de relatos que se llamó “Los límites de Tlön” (Ambos premiados en el concurso provincial de editorial cartografías). En 2010 participó de las residencias literarias del Centro de Arte Contemporáneo de Córdoba a cargo de Silvio Mattoni, María Teresa Andruetto y Alejo Carbonell. El año pasado publicó el libro de poemas “Newton y yo” con editorial Nudista. Y hace unos meses publicó el texto de lingüística “La palabra y la acción: la máquina de enunciación K” con el sello de EDUVIM. Integra el consejo editorial de la revista de estudios literarios Borradores de la Universidad Nacional de Río IV y  ha colaborado con reseñas y textos críticos en No-retornable, La guacha  y El lince miope.

martes, 21 de agosto de 2012

Jorge Prieto




















La vida es un aguantadero


En medio del desierto
que es la noche
cada vez que levanto la mirada
me veo solo.
Voy y vengo por la casa
para saber que estoy.
Hago café, fumo, pienso
como si vivir
solo fuera una costumbre.

Pronto vendrá el día
lo dijeron por la tele.



Identidad


Me voy al viento,
todo te dejo
incluso los sueños.

Crecen olvidos
detrás de aquello árboles.

Me voy al viento
puede que me vuelva a nacer.



Jorge Prieto










De "Álbum de espera y otros asuntos" - El Mono Armado


Obra: Ernest Descals - "Subir y bajar en el romántico Funicular de Praga"

sábado, 18 de agosto de 2012

Elvio Romero




















Tributo


Habito yo esta tierra, sus estrellas habito,
           sus canciones, sus noches;
soy ya como un reflejo de sus ríos,
viajé de Norte a Sur por sus caminos
           como sangre de su sangre,
pagué con sacrificio por alzarle la frente  
           fuerte bajo la luna,
padecí largo tiempo de oscuridad, el hacha
          empuñé con fiereza,
redimí por el fuego las ofensas
          de los hijos bastardos,
canté en mil horas el amor, su música
          consoló mi silencio,
le abrí la entraña con sudor y en carne viva
          me laceré en su carne.

          Sus estrellas habito.

¿No es suficiente precio por el tiempo que adviene?




Elvio Romero
De "Los innombrables"


Nació en Yegros, Paraguay el 12 de diciembre 1926. Se incorporó a la vida literaria de Asunción siendo muy joven y compartió tertulias con Josefina Plá, Hérib Campos Cervera, Óscar Ferreiro, José Antonio Bilbao y otros altos exponentes de las letras paraguayas de entonces.
En 1947 tuvo que exiliarse a la Argentina. Primeramente vivió en Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco), y por su casa pasaron camino del exilio, figuras como José Asunción Flores, Herminio Giménez, los hermanos Larramendia, y muchos otros. Posteriormente se instaló en Buenos Aires y desde entonces su voz ( testimonio poético de las vicisitudes y los padecimientos de su país) se dio a conocer en la América Latina.

jueves, 16 de agosto de 2012

Héctor Rosales












A pesar de estos días


Amigo muerto. En el ignorado sótano
maduran los verdugos su especie nauseabunda.
El pueblo vendado; levantadas mordazas
sobresaliendo alcantarillas. Una tímida lumbre
toca la piel inerme del rencor.
Con un poco más de agobio: ¿la noche
tendía bastante para irse? Pero no. Todo
está quieto igualando
el corazón de la víctima

Aunque los días castiguen
inocencias y concluyentes, pasen
como lápidas, de ellas no borrarán
las fuentes germinadoras
del Aliento, estas palabras
que repican en el aire irreversible:
"Por nosotros, por la perdurable victoria."



Héctor Rosales
De "Visiones y agonías" (Barcelona, 1979, 2ª ed. corregida y aumentada, New Jersey, 2000).

Nació en Montevideo (Uruguay), 1958.
Está radicado en Barcelona desde 1979.

lunes, 13 de agosto de 2012

Marcelo Marcolin
















Nocturno de ella


Entregará sus piernas:
se enterarán los dioses en sus desvelos
elevará su cuerpo por encima del erecto sentido de las ansias
 y allí sus boca
          su condena descifrada en los esteros del rubor
cuando el humeante otoño de tajadas a la primavera.
Ella es la sombra entre las luces de los sueños
          es la sed que baja hasta las entrepiernas de los otros ángeles
No podrá su lengua del día
          no podrá su cola esquivar el deseo
Nadie llega para la otra noche
          nadie es dios para determinar vírgenes y putas
es sólo un canto desde el rumor indígena
con olor a sándalo y sabor a jengibre.
Arriban sus piernas atravesando los espejos
lame su lengua el ritual de las horas callejeras
cegada de impalas huyendo hacia el sur.
Yo la necesito así: descalza, ardiente,
        ciega de horas y esperas
La necesito temprano
demasiado temprano entre las letras y la noche,
la noche vagabunda que se lo lleva todo y todo nos deja.




Marcelo Marcolin


De "El viejo automóvil de los sueños" - Ediciones El ojo de la ballena.

Buenos Aires (1957-2011)

Obra: Camilo Henríquez - Escena de la vida nocturna

viernes, 10 de agosto de 2012

Luis César Amadori


















Madreselva

Tango 1931


Vieja pared
del arrabal,
tu sombra fue
mi compañera.
De mi niñez
sin esplendor
la amiga fue
tu madreselva.
Cuando temblando
mi amor primero
con esperanzas
besaba mi alma,
yo junto a vos,
pura y feliz,
cantaba así
mi primera confesión.

Madreselvas en flor
que me vieron nacer
y en la vieja pared
sorprendieron mi amor,
tu humilde caricia
es como el cariño
primero y querido
que siento por él.
Madreselvas en flor
que trepándose van
es tu abrazo tenaz
y dulzón como aquel,
si todos los años
tus flores renacen,
hacé que no muera
mi primer amor...
Pasaron los años
y mis desengaños
yo vengo a contarte,
mi vieja pared...

Así aprendí
que hay que fingir
para vivir
decentemente;
que amor y fe
mentiras son
y del dolor
se ríe la gente...
Hoy que la vida
me ha castigado
y me ha enseñado
su credo amargo,
vieja pared,
con emoción
me acerco a vos
y te digo como ayer.

Madreselvas en flor
que me vieron nacer
y en la vieja pared
sorprendieron mi amor,
tu humilde caricia
es como el cariño
primero y querido
que nunca olvidé.
Madreselvas en flor
que trepándose van,
es tu abrazo tenaz
y dulzón como aquel...
Si todos los años
tus flores renacen,
¿por qué ya no vuelve
mi primer amor?


Luis César Amadori








Nació el 28 de mayo de 1902 en Pescara (Italia). Cursó estudios en Córdoba (Argentina), que abandonó para dedicarse de lleno a su vocación de escritor y periodista. En los años veinte trabajó en el vespertino "Última hora" y en la revista "Caras y caretas". Falleció el 5 de junio de 1977 en Buenos Aires (Argentina).


Interpretación: Carlos Gardel
Música: Francisco Canaro

Obra: http://www.spanish.dance-classes-madrid.com/dances/tango/history-origins-and-influences

miércoles, 8 de agosto de 2012

Ezequiel Alemian
















La ama de casa



¿Cuántos días puedo pasar sin hablar?
Sin poner la estufa. Sin comer algo caliente. Sin ordenar la casa. Sin escuchar los mensajes que se acumulan en el contestador. ¿Cuántos días más puedo pasar sin coger?
Sin pagar las cuentas de los servicios. Sin retomar los cuadernos. Sin definir mi situación en el trabajo.
¿Cuántos días puedo estar sin pensar? Sin leer los diarios. Sin ducharme. Sin llamar por teléfono a V.
Sin hundirme en la mierda.
Sin hundirme otra vez en la mierda, ¿cuántos días más puedo pasar sin lavarme las manos?
¿Hasta que aprenda a escribir con los dedos, en las paredes?
Malestares hepáticos y forúnculos, mientras tanto, serán capaces de tejer la mentira de esta pose: ¿cuántos días más podré aguantar antes de volver a hundirme en la mierda de las imágenes?
Pose de feto en formol, inmenso, sobre un pedestal de madera oscura, iluminado desde el techo por un riel de spots incandescentes y exhibido a la voracidad del público de martes a domingo, de 13 a 18 horas.





Ezequiel Alemian


Nació en Buenos Aires, (1968).

domingo, 5 de agosto de 2012

Raúl González Tuñón
















Bécquer


Todo habrá terminado, señores, un buen día,
en nuestra andante y derramada tierra.
La veleta, los pinos, la baraja, el oporto,
la Secretaría de Cultura, el crepúsculo.
Callarán las cigarras de todos los veranos
y el grillo del hogar de todos los inviernos
y él va a sobrevivir a los helados mundos
porque siempre, "siempre habrá`poesía".




Raúl González Tuñón
De "Demanda contra el olvido" - Ediciones La Rosa Blindada


Poeta y periodista. Nació en Bs. As. Argentina en 1905 y falleció en 1974.

jueves, 2 de agosto de 2012

Javier Aduriz














Cuando nací estaba muerto. Me sacaron con violenta cesaria,
babeando un líquido verde y ahogado por el cordón umbilical.
Todavía oigo a la enfermera mientras se quitaba los pirelli de 
latex: No es un dios, señora, este coso tiene pitito... Aun así,
me considero un afortunado de la vida, aunque me haya trabajado
desde entonces una incómoda intimidad barroca, toda vez que 
vivir resulta estar muriendo. Pero para salir dignamente de esta
mezcla autobiográfica, declaro a la faz de la tierra que uso bufanda, 
no tanto por el fresquete matinal, sino atado a aquella noche de origen.





                                           Ya ves el tren
                                           A qué velocidad
                                                      Y con fantasmas




Javier Arduriz
De "Esto es así"   Ediciones del Dock

Nació en Bs. As., Caballito en 1948. Fue poeta, traductor, ensayista.
Estudió Letras y durante muchos años trabajó como docente universitario. Publicó los libros de poesía: Palabra sola (Losada, 1971), En sombra de elegía (Losada, 1979), Solos de conciencia (Biblos, 1985), Égloga brusca (Biblos, 1993), La forma humana (Del Dock, 1999), Canción del samurai (Del Dock, 2004), La verdad se mueve (Del Dock, 2008) y Esto es así (Del Dock, 2009). Durante los últimos años también dirigió  la colección de Traducciones del Dock. Falleció, a comienzos de 2011, en Bs. As. su ciudad natal.


Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com