jueves, 7 de octubre de 2010

Gabriela Wiener




Pequeña hermana


Cuando estés dormida yo apagaré la lámpara de hueso
Que separa nuestras camas
La noche será breve como un apagón
Porque he hablado con Dios
Con doctores del sueño
Y me lo han prometido
Yo también prometo
Ayudarte a contar las bombas en el cielo
Y a desanudar nuestros estómagos
De la boca del animal sobreprotector
Que copula en nuestras pesadillas

Vuela
Vete lejos del país de los miedos infantiles
A tu vuelta tendré puesta la mesa
Con platos de juguete
Que nunca se enfrían
Nuestra comida preferida
De geranios robados
Y esas flores rojas de tallos lechosos
Que pueden dejarte ciega

Tendré nuevos collares de cuentas de colores
Para las tardes en que venga a visitarnos la muerte
Pondremos una cuenta por cada arrepentimiento:
–Pude haber sido más tierna
Pude haber sido más fuerte
Pude haber sido más revolucionaria–
El collar del remordimiento será un collar de dientes de bebé

(Ahora me confesaré: he hecho el ridículo tantas veces
Con mi colección de rostros tenebrosos
He sido el esperpento de los apagones
La asesina de osos de peluche
Una adolescente drogadicta
Quizá mientras todos hacían otra cosa
Yo me quedé alimentando demasiado rato
A los cisnes decadentes de Huampaní
Y a uno en particular
Pero ya no tiene la menor importancia
Ya no dibujo casas con chimeneas, caminitos y una bandera del Perú)

Ahora estoy aquí, yo soy la grande y tú la pequeña
Suenan todos nuestros discos uno tras otro
Y todas las canciones tristes son alegres
Más fuerte, más fuerte que este inmenso ruido de nuestras cabezas
Esta noche será breve y silenciosa
He hablado con los perros solitarios
Con las botellas rotas
He hablado con los terroristas
He vuelto a casa
Será como nuestro primer viaje en avión
Como una guerra de almohadas

Por eso vuela, rompe las nubes
Te veo esta noche como un pájaro fantástico
El de nuestra historia sin fin
Un enorme pájaro sonriente
Te veo como la primera vez que te vi
Reflejada al lado mío en un televisor
Blanco y negro
Apagado

Volveremos a comer melocotones blancos y pelados
En los patios de la clase media
Volverán nuestros juguetes tuertos y no nos reprocharán nada
Seremos las bailarinas paralíticas de nuestras cajas de música
Y esta vez nuestros pelos tendrán flores de verdad

No tengas miedo a las cosas que dan miedo
Ten miedo a lo que no da miedo
Piensa: la única oscuridad posible
Nos envuelve bajo la luz de nuestras frazadas perforadas
Ahí donde aprendimos a acuchillar sombras

Nuestros vestidos están esperándonos
Limpios y planchados sobre la cama
Tú bailas y yo te riego con la manguera
Sonríes dentro de mí
Como un sticker de estrella bajo el techo



Gabriela Wiener
Perú - Lima, 1975.

Obra: "La noche menos pensada" - Miguel Ronsino

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Poesía del Mondongo

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