jueves, 8 de julio de 2010

Gastón Bernstein




Para un amigo (recto)

Alma callejera,
Necesitas del asfalto,
Que se pudra ante tus pies descalzos.
La mañana blanca,
Te desintegra, y re apareces, como un fantasma urbano.
Ruido a buenos aires,
Te envuelve y te motiva el delirio y la utopía.
Tus pasos feroces, se esconden bajo una sombra de la tarde.
Y entre gritos y música,
los pies desnudos de la copa, te devuelven tu sonrisa melancólica y ausente.
Alma de bandoneón,
alma viajera, galopa, crece.
Alma sin fondo que se balancéa en las cuerdas de un atardecer.
Sin sangre en las costillas, sin besos en los dientes, y con un puño en la garganta,
nos miras pensando que en cualquier momento nos esfumaremos,
y tragas algo del vino en tus ojos, que cae como una liana,
hasta tu pecho donde tu corazón arde en un inmenso vacío.
Alma grande, enorme…
¿Qué será de tu alma,
cuando cierren los años de un portazo,
y dejen afuera tu equipaje bohemio?
Te recuerdo hoy, después de tanto tiempo,
como una parte del silencio que te llevaste,
en un sordo atardecer.
Alma de ceniza,
que renace
cada día
al salir el sol.


Gastón Bernstein
Quilmes (1993)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Estas palabras son tuyas? Es hermoso y profundo lo que transmitís, me encantó..¿Dónde puedo leer mas textos tuyos?

gatex dijo...

Hola Mari, soy Gastón, gracias por el comentario! sí, son mías, y si te gustó acá tenés más material y sobre todo más actual www.gatexmusica.jimdo.com (en la solapa "literatura")
un abrazo!

Poesía del Mondongo

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