sábado, 17 de julio de 2010

Fantasma



A favor del matrimonio entre católicos

Estoy a favor del permitir el matrimonio entre católicos. Me parece una injusticia y un error tratar de impedirlo. El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, no obstante que a muchos les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.

Soy conciente de que muchos comportamientos y rasgos de carácter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos desconcertantes a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé que un alto porcentaje de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar. Pero esto, además de ser más una propuesta mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.

Podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están condenados por la Iglesia, podrían considerar que permitir que los católicos se casen estimulará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio), incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias desestructuradas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familias católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones. Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una artimaña ruin de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio y una familia es una familia. Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: también estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos.

No faltarán quienes se escandalicen ante esta afirmación. Es probable que reaccionen así: "¿Católicos adoptando hijos? ¡Esos niños podrían hacerse católicos!". Respondo: si bien es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor probabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como las demás. No hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso y es su labor determinar la idoneidad de los padres. En definitiva, y pese a las opiniones adversas, creo que debería permitírseles también a los católicos, tanto el matrimonio como la adopción. Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.

***

NOTA: Se desconoce el nombre del autor (al menos por ahora). He tomado el texto tal como apareciera en junio 2010 en La Máquina de Escribir y lo he aligerado de erratas, de palabras repetidas, de injustificados punto y aparte, etc., sin apartarme de la estructura originaria. (Rolando Revagliatti)



***

NOTA II: Se desconoce el nombre del autor (al menos así dice Rolando). He tomado el texto tal como apareciera en mi correo el 14/7/2010 a las 13.54 Hs.
Y lo publico. (Fernando Delgado)



***

NOTA III: ( )

No hay comentarios:

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com