martes, 13 de julio de 2010

Adriana Kogan




Manifiesto Zoo

Parte I

El campo es igual para todas nosotras
vestigios de leche, de huevo.
El campo fricciona en nuestra memoria y hace ruido
sabemos que el campo se parece a muchas cosas
a casi todas
un cúmulo de cabras, cabrillos y ficciones hace de nuestra limitada e imaginaria fiebre un producto desechable.
Somos plásticas, seriales y divertidas
en el campo parece más lejana la distancia a casa
¡quiero volver! ¡queremos volver!
Todas quisimos nunca nunca irnos a casa, también quisimos volver.
Estudiamos el campo, lo aprendemos, lo consideramos
nos consideramos hermanas del campo en cierto punto
si el campo es una imagen y nosotras no sabemos volver
¡entonces somos el campo de algún modo!
Describamos el campo de una vez:
el campo se parece a nosotras
el campo se cubre de corceles negros en las noches
cabalgan lento, pronuncian su marcha, galopan de lleno los agujeros que el día fue dejando atrás.
Los caballos se siguen reproduciendo, nosotras también.


Parte II

La pregunta por la reproducción
una política de escritura
el deseo de reproducirse siempre
el deseo de acabar con la especie.
La reproducción hermafrodita
la reproducción homóloga
la reproducción hemofílica
la reproducción transgénica.
La pregunta por la reproducción
es la pregunta por la herencia
es la pregunta por la continuación
o por la no continuación de ciertos relatos de la especie.
Los caballos, por ejemplo, no tienen ese problema
no hay pregunta al respecto.
Nosotras somos los caballos
somos su más pura continuación.
Sin embargo dudamos
¿tendremos que morir para escribir?¿tendremos que desaparecernos por
completo al oprimir la barra de espacio?¿seremos una barra de espacio en el
teclado de nuestras vidas?¿habremos venido al mundo para zambullirnos por
completo en el espacio barrado de la nada misma?¿seremos al fin no más que
ilimitados corceles negros perdidos en la negra noche?
Si para escribir debemos desaparecer, hagámoslo ahora.
Dejar de ser de una vez y para siempre.


Parte III

Nos transformaremos lenta y precisamente
buscaremos el regreso a casa de manera sucesiva.
Volveremos.



Adriana Kogan
Nació en Buenos Aires en 1983 y estudia Letras en la UBA. Participa de diferentes encuentros de poesía y colabora de manera estable en la sección de reseñas de Plebella.

2 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

No la había leído nunca, me gustó mucho su poética.

Todos volvemos a casa, incluso cuando la casa ya no está, incluso cuando las casas que rodeaban aquella casa tampoco están, mas aún volvemos como corceles negros a pleno mediodía y nadie nos ve.

(gracias por poner ese link tan bien hecho, la radio tiene sombrita y todo!!!)

Besos.

Poesía del mondongo dijo...

gracias a vos y a Ayelen por el espacio que nos brindaron en la radio.

un beso

Fernando

Poesía del Mondongo

A todos, gracias por compartir este espacio

Email: fernando1954@gmail.com